La humanidad calla, mientras la naturaleza sabia y gobernante aflora del yugo infestado de egoísmo y miseria que hemos construido durante centenares de años y hoy, mientras los motores dejan de emitir gases, las superpotencias han pensado en la humanidad y no en el dinero, entendemos que la majestuosidad de la dama verde, sobrepasa cualquier obstáculo.
Son tiempos difíciles, las personas buscan protección no solo en sus hogares, sino también, en lo celestial. Mientras el pánico colectivo de las naciones, crece desmedidamente formando en una sociedad fracturada e inequitativa, un espíritu de solidaridad y esperanza en busca de una aclamada redención, que puede ser pasajera o permanente, solo el tiempo lo dirá.
Hoy, sólo toca esperar pacientemente, con el devenir del tiempo las cosas vuelven a su lugar, pero en la historia y en la mente de todos, está el poder de la naturaleza y lo débil que es la humanidad y su «poder».
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