Abrí mi ventana como cada día,

solo escuché el silencio de sus calles vacías,

algún desespero en la lejanía,

algún suspiro de lamento en mi cercanía.

Esperanza que se pierde

cuándo ya pasó la vida.

Desconcierto en un corazón

que de dolor solo latía.

Solo pienso en una oración,

y en un rezo por alguien

en el que nunca mi razón creyó.

Dios bendito dónde estás,

tu amor divino…

por aquí no pasó.

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