Cuaderno de bitácora, año de nuestro Señor 2020. Décimo séptimo día de confinamiento.
Los vecinos de arriba han empezado a hacer gimnasia también por la mañana. Como les de por hace deporte de madrugada aquí va a pasar algo.
Hoy toca tortilla de patatas. Sólo falta cuajarla. A mi me hubiera gustado que sudara pero no me atrevo, no sea que sude virus y la liemos. Después, pollo. Otra vez.
Fuera llueve y parece que hace frío, 6,5 grados para ser exactos. Pero aquí estamos calentitos. Ya veremos que hace mañana el presidente de la comunidad de propietarios, que se nos acaba el mes de marzo.
De las noticias tristes pensaba no decir nada, pero no es justo. No poder hacer un duelo no es bueno para el espíritu y es más necesario que pasear al perro, que no es por el paseo sino porque no hay pipicanes en casa, que a lo mejor lo que hay que hacer es que alguna industria parada se dedique a ello.
Pero volvamos a lo nuestro, al duelo y al acompañamiento. En la distancia, pero constante y con mucho cariño. Para que llegue y reconforte.
Yo creo que hoy no saldremos (como el sol), pero nunca se sabe que el día es muy largo.
La gimnasia sigue, qué le vamos a hacer, pondremos música.
OPINIONES Y COMENTARIOS