Aquí sigo confinada, por dos semanas mas, vuelta con lo mismo, el porque de las cosas. Entre mas vueltas le doy a la cabeza, mas se me llena de pensamientos retorcidos.
Esos pensamientos se traducen en conspiraciones políticas, económicas, que pueden que nos hayan llevado a una guerra, una guerra biológica, para demostrar quien es el mas fuerte. Puede que la 3ª Guerra Mundial haya comenzado desde el punto de vista biológico, que no una guerra bélica.
Los que manejan los hilos de la economía mundial se ven en la lucha, a marcha forzadas, de encontrar la vacuna que contenga esta pandemia y poder comercializarla en el mercado internacional, demostrando quien es el mas fuerte en esta batalla. Y, a cuenta de ello, quién no se pregunta si este virus fue creado en un laboratorio, para inocularlo en cobayas, con el fin de crear una vacuna pero el experimento se les fue de las manos.
Pero, ¡ojo!, estos pensamientos no sólo están en mi cabeza sino en las cabezas de muchas otras personas que aún no se creen lo que está pasando alrededor del mundo. La teoría de la conspiración está en la mente de muchos otros.
Abandonando ya la idea de la conspiración, echando la vista atrás, está demostrado que la historia es un proceso cíclico en la que hay situaciones, acontecimientos, que vuelven a repetirse en la línea temporal. Ahí quedan pandemias como la peste, la viruela, la gripe española, el VIH, entre otras muchas.
Y con estas reflexiones doy por acabado mis Reflexiones de un confinamiento que me ha servido de catarsis para llevar de mejor manera este aislamiento del mundo, de la familia, de los amigos y de los compañeros de trabajo.
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