“También esto pasará” fue el título de la falla del artista valenciano @Escif, que diseñó un monumento que representaba a una mujer con las piernas cruzadas, en postura de flor de loto que mantenía los ojos cerrados, en estado meditativo. Su colosal estructura de madera iba a girar 360º, cuatro veces al día para reflexionar sobre cómo los pensamientos vienen y van.
Sin darnos cuenta, la Pachamama, el cosmos, el universo o Dios, que equilibra todo de forma natural, nos sacó la tarjeta roja y gritó ¡PARA!, colocándonos en una andadura hacia adentro, que desconocíamos por completo.
Al verla arder por vídeo, me sacude su mensaje ¿Qué nos pasó?. Quizá esta misma interrogante sea la que hoy habita al mundo.
Entonces recuerdo los principios básicos de la existencia: comprender la impermanencia en todo lo que nos rodea, la perfección en todo lo que sucede, y que somos parte de algo mucho más grande, que no tiene fin.
La fragilidad de los momentos nos enseña, que cuando todo parece romperse o estar perdido, nos queda el silencio para volver la mirada hacia adentro, sentirnos, acompañarnos, soltar el control y bajar la velocidad. Volver a nacer las veces que sean necesarias con paciencia y esperanza, o con humor, amor y fe, no hay una fórmula para atravesar esta experiencia vital.
Si hacemos memoria, la ruptura de lo viejo siempre abrió paso para el nacimiento de algo nuevo. Eso me tranquiliza.
Estoy tan segura como la mujer en estado meditativo, que “también esto pasará”, y que cuando regrese la parranda, el estruendo y las sonrisas todo cobrará sentido.
NOTA:
Se decidió, preservar el busto de la mujer «Açó també passarà», que será quemada en julio como manda la tradición y que con seguiridad cuando eso ocurra, pasará a convertirse en una de las fallas que más se recuerden. En ese momento, entre llamas, desaparecerán aquellas cosas que vivimos.
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