No suelo publicar por estos lares, ni por ningún otro lugar, la verdad. De hecho, en Instagram no tengo más que una foto y no la subí yo. En el cara-libro no público desde que subí alguna foto de mi viaje a Colombia hace un año y lo hice para aparentar, ante mi pequeña sociedad, que hacía algo con mi vida, como hace la mayoría de la gente sin darse demasiada cuenta de ello. Pero con esto de la cuarentena a uno no le queda más opción que buscar cosas para abstraerse, para no pasarse el día dando vueltas sobre sí mismo sin poder moverse de casa. Así que, me he animado a compartir con todxs vosotrxs un pequeño cuento que he escrito para el concurso: semillero de historias de cuarentena, aquí os dejo el enlace para que podáis leerlo, si os apetece.

Quizás os preguntéis porque lo comparto, ya que no suelo hacerlo, como dije antes, lo comparto con el único objetivo de recibir vuestras críticas, ya sean constructivas o destructivas. Se acepta cualquier tipo de crítica, insultos y vaciladas incluidas. Lo único que quiero es recibir feedback, no importa la calidad o cantidad de este. Prometo que, ante cualquier comentario, por positivo que sea, me indignare y contraatacare con todas mis fuerzas allí donde se produzca, sin importar las consecuencias. Espero que podamos entablar una batalla erística sin cuartel, repleta de comentarios mordaces e insultos sagaces que deslumbren a nuestro público. Con la esperanza de que esta guerra que tú y yo iniciamos no termine mientras duren estos días de encierro. La cuarentena me ha enseñado que, para tener una vida plena, una que valga la pena, con heroicidad y su buena dosis de épica, se necesitan enemigxs en esta lucha sin cuartel contra la nada. Por favor, dadme algo, os lo suplico, aunque sea vuestro odio, busco desesperadamente sentir algo más allá de esta soporífera suspensión temporal de nuestra monótona existencia.

Gracias,

por favor comenta,

los likes no me alimentan.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS