QUISHCAPATA

Un rinconcito de espacio celestial en la tierra, un lugar mágico lleno de historias, leyendas y cuentos completamente surrealistas, lleno de personas que amaba y que aún amo a pesar del tiempo, el pilar y la columna vertebral fueron ellos, Daniel y Zoila mis abuelos y Quishcapata una hacienda, llena de mil aventuras que enriquecieron mi niñez y la infancia de los míos, es el lugar de donde extraigo la mayor cantidad de recuerdos hermosos, de días largos de calor interminables, del canto del gallo al amanecer, los corrales y establos colmados de espléndidos animales, hermosos conejos que saltaban de un lugar a otro por todo el patio de la casa, ese olor peculiar a aire limpio, comida ahumada con los aromas de las ramas usadas para atizar el fuego del fogón de la cocina, al anochecer el aire frío que emitía un ruido a silbido de arcángeles anunciando la llegada de la oscuridad, el brillo de la luna y de miles de estrellas que iluminaban la casa, maravillosos fueron esos días que creí que nunca terminarían.

Él murió y todo empezó a desmoronarse, los animales desaparecieron uno a uno, los árboles y las plantas se desojaban como en otoño, en el silencio más profundo se sentía el llanto desolado de los ambientes de la casa, fue como si estuviera agonizando a falta de aire, perdiendo el alma y la esencia, el lugar se estremeció por la ausencia de aquel que juntaba a toda la familia con su sola presencia, ella quiso mantener la armonía y la estabilizada, pero las fuerzas la abandonaron, todo terminó, las vacaciones interminables se convirtieron en visitas de semanas, luego en días y hoy solo son visitas extemporáneas, las personas desaparecieron iniciando una despoblación indescriptible.

¿Cómo es que un lugar tan mágico empezó a desaparecer?, aquellos que se sentían inamovibles se fueron, no hay niños, no hay jóvenes, solo quedan aquellos que acompañaban a mi abuelo en sus mejores años, hoy son ancianos esperando la muerte, con la esperanza de resucitar en aquel lugar que un día fue el mejor lugar del mundo QUISHCAPATA.