Entre líneas
Las preocupaciones y los problemas se han ido viniendo a menos en la consulta de una psicóloga. A partir del constante desfile de pacientes constata que cada vez más ganan las apariencias, las limitaciones y las inseguridades. A pesar de su dilatada experiencia, tratar semejante superficialidad la lleva a considerar que el ejercicio de su profesión ha perdido buena parte de su sentido y, las personas, gran parte de su cordura.