Vértigo
A veces me despierta el canto estridente de un congénere que reclama espacio vital. Tras cada turbación, mi madre me consuela con suaves arrullos y vuelvo a caer en un delicioso letargo. ¡Aún no he nacido! Día 14 de incubación. He tomado conciencia de mi estado. La estancia en el interior me resulta deliciosa. Aquí...