El vagabundo y la conciencia
En el crepúsculo de una ciudad sin nombre, bajo cielos plomizos y el eco distante de trenes marchitos, un hombre errante deambulaba por calles vacías y adoquinadas. Sus pasos, indiferentes al rumbo, trazaban un camino azaroso en la penumbra. Era un lector asiduo de Kafka, cuya sombra literaria se cernía sobre su conciencia como un...