Me di cuenta de que ya era demasiado tarde. Ya no podía cambiarlo, nadie me creería.

Ahora mismo no era capaz de pensar en otra cosa; estos últimos meses me han servido para darme cuenta de la cruda realidad, y mira donde he acabado: aquí sentada, rodeada por un espacio totalmente blanco, hablando contigo y contándote mi historia como si te importase.

No siempre he tenido la oportunidad de poder hablar con alguien, o más bien, de tener a alguien que me escuche. Ahí fuera todos me criticaban, sin saber bien a quién estaban humillando. Cierto es que, afortunadamente, nadie era capaz de deleitarme con sus atroces palabras a la cara, pero creo que todos somos conscientes de lo que nos rodea, y de lo que somos.

Teenager se queda embarazaba”, ¿suena bien verdad? No parece despectivo, ni siquiera puede herir los sentimientos de nadie, ¿a que no? Pues la realidad es que sí, si que lo hace; pero no porque yo tenga que escuchar mi vida por toda esta pequeña ciudad discutiendo con personas a las que en su día había querido, sino porque todo lo que se decía era solo lo que la sociedad quería oír; y lamentablemente no soy la única a la que le afecta. La verdad es que no me “quedé” embarazada; es más, nadie se “queda” embarazada. Existe la bonita historia de la joven madre con sueños increíbles, quién quiere dar a luz a lo que, en un futuro, será su más preciado tesoro; y por otra parte, está mi historia.

¿Alguna vez has tenido ese momento en el que vas a cruzar la calle para llegar a tu rincón secreto? El mío era un pequeño café, en una de las esquinas del cruce Hammton, al que iba todas las tardes para evadirme de la realidad. Pero, desde los primeros días, había estado sintiendo que en algún momento u otro tendría que saltarme esa dulce parada, tendría que estar preparada para cuando ese pequeño azucarillo desaparezca de mi rutina, o peor aún, cuando yo misma decidiera hacerlo desaparecer, sin saber qué pasaría. “¿Notarás algún cambio? Algo más amargo tal vez…” No hubo día que no me cuestionara eso, hasta que sucedió; y, para mi desgracia no estaba preparada para saltarme esa parada.

Fue rápido. De repente, surgió. En un abrir y cerrar de ojos estaba, al igual que ahora, entre cuatro paredes, de un color verde oliva un tanto apagado.

Se notaban nervios en la habitación; pero por mi parte, también había miedo. Iba a descubrir un nuevo mundo. Por su maldita ambición todo lo que me rodeaba iba a cambiar de un momento a otro. A él también se le notaba nervioso, pero no demasiado; estaba segura de que ya había hecho esto más veces.

Todavía no podía respirar. Mis pulsaciones iban aumentando mientras cada vez le notaba más cerca.

No sabía si tenía que hacer algo o no. Gritar, llorar, empezar a soltar patadas, puños o todo lo que pudiese. Pero mi cansancio hizo que me dejara llevar. Me dejé llevar a una nueva experiencia, sí, pero una experiencia innecesaria y desagradable. Es más, tendría que estar prohibido.

Notaba sus manos sudorosas, al igual que lo estaba todo mi cuerpo. Y solo hicieron un par de segundos. Ya estaba hecho.

Tras unos eternos minutos, resbalaban gotas de sangre por mi cuerpo mientras sus manos me sostenían aún con fuerza. Yo solo podía llorar. Mi mente estaba en blanco, y mi cuerpo sin rumbo.

Yo no me “quedé” embarazada, me embarazaron; sin compasión, sin ninguna otra intención, y lo peor , sin mi consentimiento. Pero lo mejor de todo no fue eso.

Esa misma noche me disponía a decirles a mis padres lo ocurrido, y justo tuvo que aparecer él. Estaban ahí esos ojos almendrados que quedaban genial con esa mandíbula perfecta, realzando sus pequeños pero tiernos labios, por no hablar de ese pelo revuelto… Pero esa… esa es otra desastrosa historia con daños colaterales.

La cuestión es que no se lo dije a nadie, ni a mis padres. Pero no porque no tuviese tal intención, sino por aquella maldita nota; una nota que lo cambiaría todo.

Tras verle a él ahí quieto con mis padres no tuve más alternativa que ir directa a mi habitación. Ahí fue donde la encontré, encima de mi cama, sobre la almohada rosa. Al ver ese papel blanco no pensé en que podría afectarme tanto como lo hizo, ni siquiera me cuestioné qué hacía ahí. No me considero una persona curiosa especialmente, pero al leer lo que ponía tenía claro que a partir de ese momento no iba a dejar que la ceguera que siempre había tenido se apoderase de mis ojos.

Buenas noches niña,

Hoy has estado realmente preciosa. Te diré que no es la primera vez que veo tu cuerpo desnudo, pero hoy relucía más que nunca cuando estabas entre esas sabanas color café. Estarás asustada en este momento, pero no demasiado, ya deben de ser por lo menos las once y estarás cansada. Déjame decirte que no soy un acosador ni nada por el estilo, soy mucho mejor. Te observo desde hace ya tres años, y créeme, hoy ha sido el día. Te has dado cuenta de como son las personas realmente durante estos últimos meses; has madurado, y he podido escribirte, y por fin voy a empezar lo que tanto había deseado desde hace mucho tiempo. Sé cuando vas y cuando vienes, como te enfadas, que vídeos ves para llorar, de que lado duermes, como te vistes para salir de fiesta, que tipo de chicos te gustan, en quienes confías, como es tu gato… lo sé todo sobre ti, y lo mejor de todo esto es que tu no sabes nada de mi; y tampoco sabes que no solo te ha violado una persona, lo han hecho entre varias, solo que tú aún no logras verlo.Querida niña, comienza mi juego.

Firmado: BHJ”

Sin palabras. Los continuos escalofríos se estaban apoderando poco a poco de mi pequeño cuerpo. Era como si acabase de recibir mi sentencia de muerte, o peor aún, como si mi intimidad estuviese escrita en un libro publicado por todo el mundo. No pude ni saber bien que estaba ocurriendo; es más, tuve que leer la carta tres veces para enterarme cien por cie de qué carajos decía. “¿Juego? ¿Qué juego? BHJ… BHJ… mierda, no se me ocurre nada.”

Al principio pensé en susodicho, quién esa misma tarde me había llevado a su casa para poder hacer de mí lo que le viniese en gana; pero luego reflexioné, y a estas alturas lo consideré como una broma pesada de alguno de mis fieles y queridos amigos. “Que graciosos” pensé, y me intenté ir a dormir directamente sin decirles a mis padres nada, pero me era imposible. No paraba de pensar en múltiples cosas, incluso en cosas que no tenían nada que ver con lo ocurrido hoy; el caso es que no me podía dormir y mañana tenía clase a las siete y cuarto de la mañana, como siempre. Bueno, siempre siempre no… pero digamos que ya estoy acostumbrada, es algo muy habitual en mi rutina, la cual cambiaría a partir de ese día. Pero no todo empezó aquí, ¿sabes?

No sé si te interesará o no, o si eres consciente de lo que hay ahí fuera, aunque siendo sincera no creo que deba contarte nada ya que ya no se quién eres. Apenas recuerdo quién eras antes, cuando solías acogerme con los brazos abiertos. Si es cierto que al fin y al cabo siempre serás una de esas curiosidades que se quedan sin resolver; o eso pensaba, porque ahora sé que no sirves para nada, que no eres más que dichos. Aún así me resulta increíble como poco a poco has ido desapareciendo, sin dejar rastro, dejando atrás a aquellas personas que te necesitaban en los peores momentos, y no solo en los mejores; a pesar de que estuviesen cansados de no recibir nada no era por eso, sino porque los cambios que les dabas no eran cambios, se habían convertido en obsesión.

A estas alturas, te has convertido para mí en pasado, en algo en lo que ya ni pienso ni hablo. Gracias a lo que nos ofreciste en su momento todos hacemos lo que nos viene en gana, y tú probablemente ya no existas en nuestros pensamientos. Y aunque ahora mismo esté hablando contigo querida vida, ya no te necesito, bienvenida a tu despido.

SINOPSIS

A estas alturas estamos cayendo por un agujero totalmente negro, cada vez a mayor velocidad; es cuestión de tiempo de que todos nos quedemos ciegos, de que ni podamos ni queramos ver nada. Cuestiones totalmente evidentes pasarán a ser locuras, y lo que a antes se le llamaba intimidad desaparecerá poco a poco. Y, desgraciadamente, este momento está a punto de posicionarse en un pequeño espacio de nuestra rutina. Algo que cambiará nuestras vidas para siempre, o no. Pero, ¿aún tenemos tiempo para darnos cuenta? No lo sé, lo único que sé es que alguien va por delante de todos mis movimientos, y tras hasta mi propia vida darme de lado,voy a descubrir quién.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS