Resumen:

Esta es la historia de una joven aprendiz de periodista independiente a quien le ordenan en su trabajo conseguir una entrevista muy importan de un gran cantor y poeta que volvía de su exilio. Pero no será nada fácil pues todos van por la misma senda, luego de muchos intentos fallidos logra reunirse milagrosamente con él.

Pero de esa entrevista no solo conseguirá información sobre su regreso, cosas íntimas del cantor sino que se verá enredada en un romance prohibido y lleno de mentiras que la llevaran a descubrir cosas de su familia que nunca se hubiese imaginado.

¿Cómo acabara esto?…

Capítulo 1

El cantor y poeta más querido por su pueblo, volvía de su largo y doloroso exilio, un rió de gente se desparramo por la larga avenida y entre esa gente me encontraba yo novata aprendiz de periodista independiente. Por supuesto no pude ni acercarme, los grandes medios de comunicación prensa escrita, radios televisión con sus credenciales cubrían todos los espacios y todas las prioridades.

Volví a casa totalmente desalentada, pero no me daría por vencida tendría que armar un plan para lograr una entrevista con EL. Mis hijos y mi marido me vieron tan amargada que lo imaginaron todo y no me preguntaron nada habían visto todo por televisión. Al día siguiente comencé a elaborar el plan para lograr la entrevista, cuando Roberto se fue al trabajo y los gürises a la escuela, me decidí, tome el teléfono y me puse a llamar a los compañeros.

Nadie me daba muchas posibilidades era una total desconocida como periodista, no había escrito nada salvo algunos artículos para el diario partidario leído solo por los camaradas ,no había hecho otra cosa salvo una novela que estaba escribiendo hacía más de un año y no sabía cómo terminar.

Al tercer día de cavilaciones y llamadas estériles se me ocurrió llamar al secretario general del partido, y logre que me atendiera le explique detalladamente lo que quería y se comprometió a ayudarme.

Me resigné a esperar que el lograra la utopía que para mí era casi imposible, me sorprendió mucho pero antes de una semana me llama para darme el número de teléfono del famoso poeta. Yo saltaba de alegría ahora solo faltaba que este aceptara tener una entrevista conmigo. Me sentía como Frida Kahlo cuando ésta quería conocer al gran maestro Diego Rivera, que al igual que yo era una total desconocida.

Lo llamé un martes a la tarde me atendió una mujer, me quedé helada no pensé que estuviera casado.

Temblando sin saber por qué pedí para hablar con él en nombre del diario partidario.Paso un momento antes de escuchar su voz me senté en la primera silla que encontré cerca. Su voz profunda, aterciopelada, seria no dejó un solo pedazo de mi corazón indiferente nos saludamos le di mi nombre, me dijo que ya le habían avisado que quería una entrevista, con un hilo de voz le pedí que pusiera el día, la hora y el lugar.

-Quisiera que fuera un lugar tranquilo donde no lo conociera todo el mundo para poder hacer la entrevista con tranquilidad.

Espere con miedo su respuesta me pareció muy pretenciosa mi solicitud.

Para mi sorpresa asedió a todo lo que le pedí y me propuso un lugar que yo ni idea de donde era, me dió la dirección y nos despedimos hasta dos días después a las seis de la tarde, estos dos días lo pase con los nervios de punta.

El martes salí de casa dos horas antes, estuve esperándolo en la vereda de enfrente al bar más de media hora, cuando vi llegar el taxi enseguida supe que era El. Alto delgadísimo con su traje impecable y su peinado de siempre estilo 1900, lo dejé entrar al bar, antes de cruzar la calle.

Me había pasado pensando que ponerme todo el día, al final me decidí por unos jeans los mejores que tenía, una campera de abrigo, las botas de tacón y mi pañuelo Palestino, sin maquillaje el pelo suelto, solo algo de rouge en los labios.

Quería causarle una buena impresión, sabía que era serio pero no cuánto, que era meticuloso y no le gustaban las pavadas por eso quería que mi entrevista fuera diferente.

Hablar del como hombre, como ser humano, como persona más allá de su fama.

Entre al bar que estaba bastante oscuro después de la luz de la calle, se apreciaba la tibieza del ambiente

No había casi nadie, lo vi en una mesa del fondo contra la pared, creo que él también supo quién era enseguida que me vio, se levantó para ofrecerme una silla eso me sorprendió creí que ya no se estilaba ofrecer la silla a una mujer.

Quedamos frente a frente mirándonos a los ojos con curiosidad yo, el casi con indiferencia llamo al mozo y pidió una amarga con fernett, me preguntó que tomaba le dije nada. No sé si me vio tan desvalida o con hambre que ordeno para mí un cortado y un sándwich caliente. Yo debo haberme puesto roja porque esbozó una pequeña sonrisa la primera que le había visto, después mucho tiempo después lo vería reír a carcajadas pero no hoy.

Desde el primer momento supe que lo iba a querer con locura, que haría cualquier cosa por él.

Por ahora empecé haciéndoles preguntas triviales como que había sentido al volver a la patria y ser recibido como como un héroe. Ahí se le velaron los ojos y dijo que él no se merecía tanto que los verdaderos héroes fueron los que se quedaron a luchar contra la dictadura como, los presos pero sobre todo los muertos y los desaparecidos eso eran los héroes él no había hecho nada.

Trate de cambiar de tema y le pregunté cómo había encontrado la ciudad y sobre literatura que autores le gustaban más, me nombro autores que yo no conocía. Pero de la mayoría eran escritores o poetas muy queridos por mí, Neruda, Lorca, Hernández escritores como Cerca, García Marques, Benedetti, Galeano muchos eran mis poetas y escritores preferidos.

-Entonces somos almas gemelas me dice burlón, llámale irme al mozo y pide otra amarga con fernett, pensé que ya era la hora de irme a casa allí me estarían esperando Roberto y los niños se lo dije.

-Donde vives pregunta

Se lo digo sabiendo que el ya conoce el lugar

-Yo viví por ahí

-Si ya lo sabía, conozco tu casa y algunas cosas más Sobre ti. Cuando me paro para irme él también lo hace me ayuda a ponerme el abrigo cuando quiso arreglarme el cuello sus finas manos acariciaron mi nuca como al descuido sentí como una descarga es la parte más sensible y el como si lo supiera demora allí sus dedos y me deja alelada.

-Tenemos que volver a vernos me dice.

-¿Para qué? (Pregunto) si ya hemos terminado el artículo.

-Me dijiste que querías algo diferente y lo que has preguntado es lo que hacen todos los que hablan, de mí si quieres algo realmente distinto tendrás que conocerme mejor.

-Para que si ni se si lo van a publicar.

-Lo publicaran te lo aseguro.

-Porque vos se lo vas a pedir, no quiero favores de nadie si es bueno lo publicaran si no irá a la papelera como tantos otros que ya escribí.

-Valla, que saliste orgullosa yo no pienso meterme en nada pero sé que será bueno, y si ellos no lo hacen tienes otros medios ¿no te dices independiente? (y me mira con sorna).

Bueno le doy un beso y me alejo, antes de llegar a la puerta me alcanza y me pide mi número de teléfono se lo doy. –te llamo. (Me dice).

Camino hasta la parada del ómnibus el no sale del bar, llega mi coche subo el aún está dentro se estará emborrachando me pregunto.

Capítulo 2

Parece que voy en las nubes, no puedo creer que haya podido hacerle una entrevista a este ser casi místico para mi pueblo.

Al otro día estaba sola en mi casa mi marido trabajando, los gurises en la escuela y yo tratando de corregir lo que había escrito cuando suena el teléfono voy atender, era el me extraño muchísimo, nos habíamos visto ayer.

-Hola ¿qué pasa? (le pregunto).

-Quiero verte ahora. (Me contesta)

-¿Estás loco? no puedo salir todos los días como vos tengo una familia y obligaciones con ellos.

-¡No me importa necesito verte. Quiero ayudarte a

hacer ese trabajo lo mejor posible, pero sobre todo verte.

-Ese es un capricho tuyo y yo no soy capricho de nadie por más famoso que seas.

Me cortó la llamada y me quedé furiosa, terminé de corregir y me puse a preparar la merienda para los niños, el mate para Roberto y deje la cena medio preparada.

Cuando llegaron los niños tomaron la leche y se pusieron a mirar la tele escuché la puerta y entró Roberto me aturulló a preguntas. Le contesté como pude con desgano y aproveche para decirle que habíamos quedado para terminarlo otro día y que él me llamaría.

Termine la cena, cenamos casi callados solo los niños peleaban y hablaban de la escuela y los amigos Roberto y yo casi ni los escuchamos.

Llegó la hora de acostarse y yo remolineaba no sé qué me pasaba serraba los ojos y lo seguía viendo.

Me acuesto y cuando Roberto trata de hacerme el amor le digo que estoy muy cansada parece que el también porque no insiste se da vuelta y queda dormido enseguida. Me dio pena por él, todo el peso

Me dió pena por el todo el peso de la casa pesa sobre sus hombros y yo con mis veleidades de periodista que nunca había ganado un peso con lo que había escrito.

Traté de dormir y me costó bastante no podía sacarme de la cabeza que me hubiera llamado que quisiera verme yo también me moría por verlo, pero él.

A la mañana siguiente la rutina de siempre Roberto al trabajo los niños a la escuela de tiempo completo no volverían hasta las cinco.

A las dos sonó el teléfono, seguro era EL yo estaba esperando esta llamada deseando oír su voz.

-Hola su voz sonaba tierna y apasionada podrás perdonarme la estupidez de ayer, querrás venir.

-A qué hora y donde. Me dio la hora y otra dirección el me esperaría en un taxi en la parada acepte y deje todo preparado para Roberto y los güirises.

Me bañé, y esta vez me preocupe un poco más por mi aspecto cepillé bien mi pelo me maquillé un poquito más es decir esperaba que no fuera una simple entrevista.

Tomé mi ómnibus y llegue a la hora más o menos que habíamos fijado él ya estaba esperándome se bajó del taxi me abrió la puerta subí cando sube le da una dirección que no conozco y por lo tanto no sé dónde vamos, veremos.

Cuando llegamos se apresura abrir la puerta del taxi

Paga yo mientras tanto observo el hermoso edificio de la parte antigua de la ciudad.

-A dónde vamos pregunto

-Ya verás te va a gustar es el apartamento de un amigo.

– Perdón no era esa mi idea yo pensaba en un lugar público porque un apartamento privado.

Yo ya me estaba poniendo nerviosa cuando subimos al ascensor querrá impresionarme no lo creo no tiene necesidad ninguna todo el me impresiona.

-A que piso vamos pregunto.

-Ya verás cuando lleguemos contesta te gustara el lugar.

-No estoy muy segura deberías haberme dicho antes adonde íbamos.

-No me tienes confianza. Crees que puedo hacerte algún daño.

-No te conozco lo suficiente para creer en vos.

-Llegamos al sexto piso se abre la puerta y entramos a un salón bellísimo con hermosos muebles antiguos, la biblioteca ocupaba toda una pared el salón estaba tenuemente iluminado

-Sácate el abrigo me dice y me ayuda a sacarme mi vieja campera, me acaricia suavemente el cuello y comienza a besarme.

Yo no sé qué hacer ni decir, solo trato de alejarme del pero a la vez quería seguir sintiendo sus labios en mi cuello.

Cuando me suelta estoy llorando y temblando me dejo caer en el sillón más cercano.

-Quieres tomar algo me pregunta mientras se sirve como siempre su amarga con frente apenas puedo decir que no.

Viene a sentarse a mi lado y empieza hablar con su voz aterciopelada y profunda.

-Sabes gurisa a pesar de lo que parezca y todo lo que pueda tener no soy feliz y desde que te vi no he podido dejar de pensar en vos, tú dulzura, tu orgullo de no aceptar ayuda de nadie, de mirarme de igual a igual todo eso me atrajo de tal manera que no puedo estar sin verte.

-Desde que te vi entrar al bar la primera vez yo sabía que eras distinta tus vaqueros gastados tu bolso en bandolera, tu forma de andar todo eso me deslumbró.

-Y quise volver a verte antes de que cambies eres la última oportunidad de amar en verdad a alguien.

-¡Fantástico y yo que no pensaste que a mí no me interesaría tener un amante aunque seas tú. Y quiso

que dejara de hablar tapándome la boca con la

suya.

No tuve fuerzas para decirle todo lo que pensaba, me deje llevar por su pasión y la mía cuando llegó a mi boca ya sabía que le pertenecía de cuerpo y alma y que nada nadie me apartaría de él.

Me fue sacando la ropa con esas manos suaves, dulces, tiernas y a la vez fuertes.

Se detuvo con apasionado placer en el botón a la altura de mis pechos bajo su cabeza y tomo mis pezones con sus labios los lamio y los besó hasta le rogué que me dejara.

-De veras quieres que te deje

-No le dije no me dejes ahora sigue por favor

Le saqué la ropa a los tirones y cuando estuvo sobre mi grité como en mis treinta años no lo había hecho nunca después quedamos tirados sobre la cama exhaustos de placer.

Yo tenía que irme me sentía tremendamente culpable se lo quise explicar y no quiso oírme.

-Tu eres mía no hay nada que decir

Me vestí como pude y me subí al ascensor y todavía sentía en mis manos y mi cuerpo su olor.

Cuando llegue a la ya había un taxi esperándome, miré mi reloj eran las seis todavía tenía tiempo le di la dirección al chofer llegué a tiempo para tomar mi bus por suerte estaría en mi casa antes que viniera Roberto y podría bañarme los güirises llegarían antes pero tenían la merienda pronta.

Cuando llegué a casa besé a mis hijos con mucha vergüenza me sentía como una cualquiera .Cuando voy entrando al baño suena el puto teléfono Arandí mi hija mayor quiso atender pero le quite el tubo de las manos era EL.

-Llegaste bien me pregunta.

Me sentí la mujer más feliz del mundo, pero a la vez como ahogada, como controlada parecía que no podía respirar, colgué sin contestarle.

En ese momento oigo la puerta del frente era Roberto y no me había bañado aún tenía que hacerlo no podía besar al padre de mis hijos me sentía sucia, entre al baño y me duché rápido.

Salí del baño y le apronte el mate, después nos pusimos a mirar tele, ordene un poco la casa, me puse hacer la cena cuando estuvo pronta llame a los niños que jugaban en la vereda nos sentamos a cenar y hablamos de todo un poco del trabajo, de la escuela, de mi reportaje, Roberto dice que desde mañana hará algunas horas extras porque andamos cortos de plata.

Si le dan las trabajara todos los días hasta las ocho.

Me dió mucha pena todo el peso de la casa caía sobre sus hombros y sentía vergüenza por mí con mis pretensiones de periodista que no aportaba ni un peso a la casa.

Terminamos de cenar Arandí me ayudo a lavar la cocina y Fabricio guardo todos los cacharros, después los lleve acostarse los arrope cuando Salí y apague la luz ya estaban medios dormidos.

Cuando llego a mi cuarto Roberto se había acostado esa noche hicimos el amor como siempre sin pasión ni sorpresas hacía mucho que nos pasaba eso, la pasión se nos había gastado solo quedaba la costumbre, las cosas cotidianas lo demás pasó.

A la mañana siguiente Roberto se levanta para ir a trabajar y me dice;

-Hoy vengo tarde empiezo las extras por lo menos dos horas. Me da un beso distraído y se va.

Sin querer pensé en EL me pregunte como serían las mañanas con su presencia en la casa? Seguramente muy diferentes.

Levanté a los niños me besaron calurosamente y se fueron a la escuela.

Me imaginé la mañana limpiando, ordenando ropa no tenía ningún artículo que corregir, el día anterior no había escrito nada me pasé merodeando por la casa esperando que me llame.

A las diez suena el teléfono, pego un salto levanto el tubo y oigo su voz, se me aflojan las piernas y como en un sueño siento que me dice.

-Amor a las doce te mando un taxi te necesito no puedo estar sin vos, además hay que terminar el artículo, si no los del diario se van a enfadar (dice con tono de guaso corto con rabia)……

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS