El ruido que no hacen los niños.
Salma y Violeta eran como la uña y la mugre, normal entre hermanas, aun cuando fueran dos polos opuestos. Salma parecía un punto plano y descolorido, que en confianza explotaba igual que el confeti en miles de colores. El problema es que rara vez se sentía en confianza. Por eso envidiaba la vivacidad de su...