Piel de lágrimas
Mi mundo era perfecto; tenía una acogedora habitación azul en una hermosa casa, unos padres cariñosos, mi hermanita Claudia con su pelo de querubín siempre abrazada a su osito de peluche, y mi perro Ernezto, que solo yo llamaba así, debido a que por aquel entonces tenía un problemilla con la quinta letra de su...