La conferencia
La frase de Kant, escrita con tiza blanca sobre la pizarra, se extiende, rotunda. Pero el hombre duda. Se rasca la calva, tironea los faldones de su chaqueta, se pasea de lado a lado del proscenio. “En realidad, – afirma con tono vacilante – llevo 40 años estudiando a Kant… y no sé, no tengo...