Los peluches tendrán derecho a enamorarse (Sociedad: vida cotidiana en el futuro)

Transcurridos 17 años desde la puesta en funcionamiento de la TeddyLife, la máquina que dotaba de vida a cualquier peluche, el Tribunal Supremo acordó finalmente reconocer su derecho a formar parejas estables entre ellos. Todos los que lo deseen podrán solicitarlo acreditando más de un año de convivencia compartiendo habitación.

John Bear, representante del movimiento, reconoció que esto significaba un gran salto en los derechos y la dignidad de la vida de todos los peluches del mundo. “Es algo que pedían incluso los niños a los que acompañamos por las noches y a los que damos el cariño que no reciben de sus padres”, afirmó emocionado el oso parlante.

La primera versión de la TeddyLife permitía a cualquiera convertir a su peluche preferido en un compañero de juegos real, ya que dotaba de inteligencia artificial (habla y autonomía de movimientos) a los seres hasta entonces inanimados. La máquina se fue perfeccionando hasta llegar a los peluches gigantes de feria o las mascotas de los equipos.

Con los sucesivos avances los osos, gatos y demás muñecos empezaron a establecer su propio lenguaje de comunicación y a interactuar entre ellos. Especialmente alerta se encuentran tras los últimos ataques del grupo “Peluches al desván” que taponó la entrada al tribunal con cientos de ositos desmembrados bajo el lema “No te fíes de su sonrisa, su interior es sintético”.

Bear comenta al respecto: “No podemos dejarnos amedrentar. Son humanos que nos temen sin motivo. Nuestro objetivo final es que si un humano nos quiere, ¿por qué no va a poder también formar una pareja estable con nosotros?”. Añadió además: “A ojos de la ley no somos iguales, ante los de la historia llevamos decenios siendo fieles compañeros de los humanos en sus momentos más íntimos, debemos podemos equiparar a ellos, nos necesitan”.

Se espera una demanda masiva de solicitudes ya que, tradicionalmente, los peluches generan vínculos muy fuertes con sus compañeros de juegos y tienen una gran capacidad de generar afecto entre ellos. En los próximos meses se seguirán discutiendo otras leyes que afectan de similar forma a las lavadoras y secadoras de ropa.