España, segundo país de Europa con más casas-madriguera (Naturaleza y Medio Ambiente)

Las casas Den, popularmente conocidas como casas-madriguera, siguen expandiéndose en España. Estos apartamentos excavados bajo tierra tienen como objetivo evitar los hogares viciados por la abundante contaminación atmosférica de las ciudades y los cancerígenos rayos del sol.

Si hace cincuenta años nos hubieran dicho que el ser humano acabaría viviendo bajo tierra, nos habría sonado a la enrevesada trama de una película. Sin embargo, la realidad supera muchas veces a la ficción y España se ha convertido en el segundo país con más casas Den de Europa. En la actualidad, bajo suelo español hay construidos más de 5.000 apartamentos, siendo los subsuelos de Bulgaria los más poblados, con aproximadamente 7.650 hogares excavados.

Las casas Den deben su denominación a su inventor, el arquitecto sueco Dennis Lindström, quien las bautizó haciendo un juego de palabras con su nombre y la palabra madriguera en inglés (den). Llegaron a España hace dos años, cuando Lindström decidió fabricar pisos piloto en las ciudades más contaminadas de Europa. Madrid, Barcelona y Gijón fueron las elegidas en España para la construcción de estos refugios anticontaminación.

Lo que en un primer momento fue visto como una idea estrafalaria ha acabado poniéndose de moda y, en la actualidad, la demanda de casas Den sigue incrementándose de forma constante.

Estas soluciones habitacionales tienen una media de 45 m2 y un precio aproximado de 5.000.000 de euros. Están equipadas con las últimas tecnologías en sistemas de ventilación y renovación del aire exterior, para que la persona que la habite goce del aire puro y limpio que ya no existe en la superficie y esté protegida de la incidencia de los rayos solares. Además, la línea de diseño funcional aplicada a las construcciones, típica de los países nórdicos, tiene muchísimos adeptos, de manera que los habitantes de las ciudades las demandan también porque su aspecto es un ejemplo de vanguardia y modernidad.

Lindström trabaja actualmente en el diseño del anti-CO2 suit, un traje acristalado con sistemas de limpieza del aire que cubre a la persona de la cabeza a los tobillos, impidiendo que aquel que lo lleve respire toxinas.