Efectos secundarios Salud

  Avanzaba a duras penas. Todos sus péndulos se enredaban y caía al suelo continuamente. No le  hacía falta casco para  la cabeza.  Se le había endurecido cual  cascaron de galápago se tratara.

Después de mucha fatiga, lograba llegar al sofá que tenía frente a la pantalla de televisión e intentaba ponerse al día de la situación  ciudadana. Gente que como él, se había bebido el mundo a grandes sorbos, sin reparar en el tipo de veneno que ingerían, y que les llevó a  su situación actual.

Recordaba su juventud, sentado sobre sus apéndices, cuando todavía caminaba con sus dos piernas. Nada le impedía llegar a cualquier parte y a tiempo. Siempre era puntual, siempre. Ahora no. Ya no salía de casa, era imposible.  ¡Qué lejos  quedaba aquella vida!

Empezaron los  efectos secundarios; dolor de cabeza, pérdida de visión… su mujer quería hacer más el amor, porque  «todo es consecuencia de tanto esperma acumulado» -decía. Siguieron las verrugas que, lejos de ser la premonición de un fatídico cáncer, crecieron y crecieron como grandes penes que confirmaron ser los daños colaterales del locotidenafilo.

Algo en el noticiero, llamó su atención. «¡Un antídoto!» –decía el reportero.  Manuel, creía estar soñando. ¿Y si fuera una falsa noticia,  como el famoso análogo del  viagra con el que se transformaron en los delicados monstruitos que eran ahora? ¡Aquella gran quimera!

«Marzo, 1998. ¡Un importante hallazgo científico, llega a nuestros días! Se  ha comprobado que el sildenafilo constituye un potente vasodilatador y además de su eficacia en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y pulmonares, constituye una gran ayuda para la disfunción eréctil»  «LA PASTILLA AZUL»

Qué lejos estaban de saber entonces, que aquel descubrimiento, sería copiado por  depravadas empresas, y sacarían al mercado un producto similar y más barato que, ayudado por la precariedad económica de la población, les arrastraría  al   mayor de los desastres humanos. La gran mutación.

Después, llegó la ruptura matrimonial.

Abril, 2050. Una nueva ilusión surge entre la población. El titular decía: « ¡Al fin! Se ha descubierto el antifármaco para curar todas las secuelas del  locotidenafilo que provocó las variadas deformaciones»