Futuro incierto.(Ciencia y tecnología)

Año 2053 y  el primer descubrimiento hecho después de la Tercera Guerra Mundial y el desastre I.A, se han encontrado respuestas con el primer agujero de gusano controlado, abierto en un laboratorio de Suiza, por científicos de Rusia, Reino Unido, México, Japón, Canadá y Johannesburgo con la utilización de Inteligencia Artificial.

El experimento se intentó llevar hace 30 años pero por los escasos conocimientos de Química cuántica y los impedimentos tecnológicos de esos años no hicieron posible el experimento.

Con la aparición de la inteligencia J.A.G.L  y su desastre tecnológico y la explosión de la Tercera Guerra Mundial, se realizaron mayores avances tecnológicos poco éticos, pero se logró obtener el primer agujero de gusano controlado.

Se cree que este avance nos llevara a nuestra propia destrucción, después de que se había logrado una paz de 30 años de desastres y guerras que disminuyeron a la población humana a menos de un tercio de la población que había en el año 2018.

Se realizó un debate por la implicación del avance en la convención de C.M.CyT, a la que asistieron varios representantes de los gobiernos y la ONU, los cuales estuvieron por más de 7 horas y a los cuales se llegó a la conclusión que se apoyara el proyecto, pero siguiendo normas estrictas y de la cual estará bajo la supervisión de la ONU.

Los posibles avances de los que se hablaron con este avance del cual es el proyecto “Conexión” nos dará la oportunidad de lanzar sondas y satélites que estudiaran lugares más lejanos del universo y también de poder dejar de usar a futuro combustibles para nuestro transporte, haciendo que la tierra se empiece a recuperar del daño que ha sufrido durante este siglo.

Se habló que hay riesgos de ataques de algunas potencias y algunas corporaciones que desean para su uso militar y para un gran renombre y fama, habiéndose estos visibles peligros además de que se sugiera que se descontrole este programa, llevándonos a la extinción.

Esto sugiere que los humanos cambiamos para bien o para mal, y tenemos que recorrer un camino peligroso para saberlo.