TODOS SOMOS FAMOSOS: LOS PELIGROS DE LAS REDES SOCIALES (Sociedad: Vida cotidiana el el futuro)

Con la mayor parte del planeta todavía en reconstrucción tras la Tercera Guerra Mundial, las estructuras de comunicación se han recuperado casi por completo. Desde hace años se ha observado un aumento de la actividad interdimensional, lo que ha conllevado una inmediatez en la manifestación de realidades y la eclosión de éstas. Con las redes sociales e internet de nuevo en auge, se está viviendo un estado de caos provocado por muchas personas que pretenden secuestrar las mentes de otros usuarios. Vivimos en un mundo en el que todos estamos obligados a ser famosos. Hay personas que han desistido de la idea de mantener una intimidad. Auténticas adictas, comparten con otros usuarios toda su vida personal, presionando a otro tipo de personas que no se sienten tan cómodas con esa fama. «No nos dejan en paz ni un momento. Hay días que te apetece desaparecer y estar a tus cosas», nos cuenta H.G., usuario de estas redes desde hace años. «Pero no te dejan en paz. Que qué estás haciendo, que si no me gusta tu foto de perfil, que por qué pusiste esto o lo otro…es una peste. A mí me gusta utilizar esos medios para comunicarme con familiares y amigos que no viven en el país, pero el precio que pago de mi intimidad es inadmisible.» La situación ha llegado hasta la justicia, que se ve desbordada ante la dificultad de manejar tantas mentes. La ONU y otras entidades supranacionales están creando grupos de estudio y posibles regularizaciones. Los psicólogos y psiquiatras intentaron frenarlo, pero se vio que en muchos casos su propio ego les hacía entrar en el juego y no guardar la suficiente distancia con el problema. Es aún más grave en el caso de las mujeres y de los menores,  acosados diariamente por mafias y pervertidos de todo tipo. Se espera ir encontrando soluciones que permitan la paz y la convivencia entre el mundo real y el ciberespacio. Sobre todo desde que se sospecha la intrusión en estas redes de entes extraterrestres, cuyas intenciones aún no están claras.