Venezuela, Ola migratoria del siglo XXI.

La migración ha sido una conducta no solo de las aves, sino también humana. Durante el siglo XX muchos países europeos experimentaron la migración forzada, dada por acontecimientos como: La Primera Guerra Mundial, donde se trasladaron más de siete millones y medio de europeos, entre los que se destacan alemanes, polacos y griegos siendo estos los más afectados. El triunfo de regímenes comunistas y nazis (Rusia y Alemania respectivamente) ambos acompañados de posteriores guerras civiles, y en el caso de Alemania persecuciones políticas y religiosas, que impulsaron la salida de más de quinientos mil Alemanes. La Guerra Civil Española y el régimen Dictatorial que se impuso, generó el exilio de más de quinientas mil personas. Durante La segunda Guerra Mundial y después de ella, más de sesenta y cuatro millones de personas fueron exiliadas, deportadas, expulsadas u obligadas a movilizarse de sus países.

Durante el desarrollo del siglo XXI se han venido suscitando una serie de acontecimientos que han originado la migración continua de personas desde países subdesarrollados a países desarrollados. De acuerdo a la Revista The Economist, la migración que vive actualmente occidente es debido a las consecuencias negativas que trae consigo la concentración de las riquezas en manos de unos pocos, el incremento de la pobreza y el subdesarrollo generando así, que millones de personas migren desde África hasta Europa y de América Central hasta Estados Unidos.

Uno de los casos más reciente de migración masiva es el de los venezolanos, que si bien ya lleva algún tiempo, se ha intensificado de tres años para acá. Las causas que ocasionan el éxodo masivo en este país está vinculado a la situación económica, política, la hiperinflación, la inseguridad, la escases de productos entre otras muchas cosas que afectan día a día al venezolano de a pie. Según datos de la ONU para el 2019 «más de 3,4 millones de venezolanos huyeron del país en los últimos años».

La historia de la migración venezolana ha ido desde personas que salen del Aeropuerto Internacional de Maiquetía cuyos destinos son países Europeos, asiáticos, del caribe, del Norte y Sur América (principalmente los primeros emigrantes); hasta personas que han salido caminando desde las Fronteras de Venezuela con otros países, debido a que no cuentan con el dinero suficiente para poder costearse un pasaje terrestre al menos, caminan a través de Colombia para llegar a Ecuador, Perú o simplemente llegar hasta Bogotá. Las características de estos últimos migrantes hacen que el éxito o el fracaso de una migración se vea vinculado al azar. Personas que llegan a Bogotá dependiendo de la bondad de un familiar sin tener la certeza que contara con dicha ayuda, viéndose obligados a vender dulces en la calle para poder reunir un poco de dinero y seguir su camino, otros dependiendo de la ayuda de instituciones sin fines de lucro que colaboran con comida y refugio por algunos días, también tienden a ofrecerles un boleto de auto bus para el destino que ellos dispongan.

Ser migrante no es sencillo para ninguna nacionalidad, todos y cada uno se han tenido que enfrentar a grandes obstáculos desde el momento de salir de su país de origen, llegar a su país de destino y en el proceso de adaptación y búsqueda de mejor calidad de vida. Muchos venezolanos se han enfrentado a grandes despedidas, dejar a sus familiares sabiendo la terrible situación de crisis humanitaria que vive su país, con el firme objetivo de poder enviar recursos para atenuar un poco la situación de ellos, mientras se espera el milagro de la caída del Régimen Socialista. Otros dejan sus empleos de años, sus casas, sus comodidades, su vida construida; la decisión de emigrar nunca será fácil, siempre se evalúan diversos factores, te enfrentas con el miedo y la incertidumbre, gran parte de los inmigrantes Venezolanos han tenido que sufrir la perdida de familiares estando tan lejos de casa. Solo las personas que experimenta esta travesía son capaces de entender de qué se trata salir de la zona de confort.

En la actualidad año 2020, se empiezan a escuchar noticias de como miles de Venezolanos que un día partieron desde sus hogares a distintos destinos en américa del sur (principalmente), están iniciando el retorno a su país. Esto Originado por la crisis generada por la pandemia que asecha a el mundo entero, debido a que miles son trabajadores informales cuyo sustento dependia de su trabajo diario, esto ha ocasionado que sean desalojados de sus hogares temporales por no tener como pagar el alquiler mensual. 

Autoridades Venezolanas informaron que más de 2000 migrantes retornaron al país.

La situación de por sí ya era difícil sin Covid-19, ahora con esta alerta de salud se torna aún más complicado. La recesión económica mundial está afectando a miles de personas que intentan sobrevivir y mantenerse a flote de alguna u otra forma, pero para el migrante es aún más complejo, ya que mes a mes debe costear una serie de gastos que son necesarios para poder tener un techo donde dormir, así como los servicios básicos para mantenerse (Agua, luz, alimentos). 

Pensar en regresar a Venezuela considero que no es la mejor opción, claro todo depende de la historia que está viviendo cada persona, pero pensar en regresar creo que no será sencillo y el choque social será muy grande, si la situación es difícil en países con condiciones económicas relativamente estables, ahora en Venezuela con servicios básicos cada vez más deplorables, con el sueldo mínimo más bajo del mundo, con la hiperinflación que se mantiene, con la delincuencia e impunidad desmedida; cual sería nuestro futuro si regresamos a Venezuela?, sería una pregunta que debemos hacernos antes de pensar en regresar.