Dicen que la tierra nunca muere, otros dicen que el llano se desvanece entre edificios, sin embargo, los que migran son los que se convierten en esa tierra… porque aun en la distancia su aroma a leña no se desgasta, el calor tropical cubre su pecho, el barro no abandona sus pies, los cayos siguen sintiéndose dentro de la piel. El anhelo se convierte en una visión constante, no de un recuerdo sino de cuando miramos hacia dentro. Entonces la tierra deja de ser un lugar y ahora termina siendo humana y entiendes el porqué la tierra nunca muere y que el llano se desvanezca termina siendo un miedo a olvidar. He aprendido que las cosas no se olvidan, sino que se tienen escondidas. Y así comprendes que migrar es expandir la tierra.
La tierra grita, la tierra gira
la tierra tiembla y mueve a sus habitantes
las fronteras permanecen
la tierra se enfurece y gime
la economía se trastorna
los intereses se invierten
la tierra gira y gira
las posiciones permutan
y entonces… el humano respira y migra
la metamorfosis de tierra a hombre
de hombre a tierra
Migrar es viajar, sin importar la distancia, es un viaje largo a un lugar distinto, desconocido, es como abrir la puerta pequeña escondida en tu vida que sabias que algún día tendrías que tomar, pero al parecer el miedo siempre la circundó, y por eso largo tiempo lo aplazaste… migrar es ir por detrás de tus ojos, parece que vas hacia atrás, pero solo estas girando a 180 grados.
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