Amado Adolfo, hace más de un año soy inmigrante, y es cómo la mariposa. Ellas Vuelan libres, se posan en cualquier cuidad por un acotado tiempo y luego se van.
Déjame decirte que el big bang nuevamente me dejó tirada en cualquier solado. Con personas diferentes, alas que acostumbraba a frecuentar.
Hoy la Bestia, circula a una velocidad desmesurada, dejando en el caminó a varias familias ala intemperie. Y a unas cuántas usurpandoles la vida en un descuido. «En un maldito descuido»
La travesía en la Bestia, no sé asemeja en nada al crucero de la aristocracia que embarcaste junto a tu amada. Y cómo dijistes en el último manuscrito «Ni aunque pudiera manipular la gravedad, lo nuestro renaceria»
Por lo que ya nada de lo qué diga, revertiria el desorden que dejé al marcharme.
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