Tu nostalgia en mí
- En el recóndito abismo que me habitan tus ojos
- Encuentro una palabra precisa que me deja pensando en tu recuerdo
- Sino fuera por la ausencia que tengo de ti
- Me desvanecería en el estéril fuego de otro cuerpo
- Si te quisiera sentir cerca de cada duro espejismo
- Me partiría en el alma
- En dolores
- En ausencias
- Y en espasmos viscerales
Noche perdida
De mi vida…sangrante vida
Si no fuera por tus duelos vividos por mí
mi vida se hubiera quedado en el sueño profundo
de la pérdida de todo color siniestro
Si me habito en mi cada día es porque tengo el alma destruida de tanto vagar
por los caminos perdidos de la locura y el abismo
En cada mañana tú exhalas por mí el influjo de mi boca
Tengo miedo de caer en tus brazos
Y tocar al piano tu única música
Aquella que deriva en tus notas de piano triste y soñado por mi piel
Te haría el amor junto al piano
Te lamería los huesos y la sangre
Te sacaría toda la ropa que se deja caer por tu lágrima
Tendría el acto de sentirte dentro como un volcán
que explota en la sangre de mi cuerpo
Tendría entonces así un pretexto para seguir viva
y tener un día frente al calor de tu fuego
Que me despierta como un beso de cada espacio de tu boca, tu cuerpo
extasis profundo
De tu luz que amo como un oráculo de destinos no cumplidos
Para sentir que no naciste el año cero antes de Cristo como un dios
Ni que la moral de la cual pretendes ser dueño no la puedes tocar
ni con la punta de cada dedo
Ni rozar el propio aire que en tus devenires de Juan Tenorio maltrecho
has rozado mi vida con tu penumbra infiel
No sentir que la vida puede emerger desde el olvido
Desde la distancia y desde todo lo imposible
Cada vez que te toco en mi sangre en mis huesos y mi aura
Siento que tocamos el cielo con cada puñado de amor que he buscado
En cada paso que detengo ante el mal
Y entonces reflejo el espejo bello de nuestros ojos
Y temo que la tragedia final de cada vida está situada al lado absorto de un corazón
Que se hace a pulso, a sangre y redenciones de tu cuerpo de hombre ante su propia tumba
La luz de la muerte
obscura y siniestra
la luz de la vida tumultuosa y acelerada
y el sepulcro de tus ojos
delimitan la cofradía de los seres
caminamos bajo la iridiscencia
sometemos los impulsos
a la prístina conciencia de los amantes
sin pensar en la caída de ángeles terrestres
sin lamentar el arrojo en las bocas centelleantes
tal prisa por buscar la claridad nos lleva por túneles atrapantes
lamentamos igual esa entrega entre pliegues de camas abrazantes
y al roce del amor perdemos todo contacto con el día
sólo en la noche destilan las sangres que hacen combustible al fuego
y el amor tan breve se extingue al agua de los ojos
cuajando mares inhóspitos donde se ahoga:
en el olvido la pasión desbordada
los quejidos al oído
la letanía de las tardes y horas palpitantes de palabras
que hoy recuerdo desde los labios dolorosos
la muerte…la muerte, tan ensimismada en llevarse hasta los ocasos de los amantes
y los breves segundos que aún nos quedan por respirar
hacia la luz temida y la sombra despojada de esta vida
en silencios y pausas estáticas corrompemos así la poca alegría
de respirar los recuerdos que traen las luminosas presencias distantes
paralizados convocamos un buen vino para calmar la sed acumulada
en el desierto de tu nombre
en las pagodas de la soledad
llamar al olvido en la nada permite socavar la partida de la muerte
alivianar la caída en tierra
despropósito de un vuelo truncado
que fue luminoso junto a la referencia del cuerpo y el alma
y en aves lejanas de la luz emprendemos vuelo
hacia otra noche centelleante
a otras latitudes dispersas
que esperan por vivir el pacto de la luz y la sombra
en el alma de los amantes- muerte reconstituidos por el amor-luz
Fiat lux
Hágase la luz… y debió ser también la sombra
aquellas obscuridades que encendemos al roce
a la intemperie del alma
son calor fugitivo y más rápido que los mares
vacila en entrar a la habitación lúgubre de derrotas
luz que clarifica los espasmos de deseo
gravita silenciosa y amada en la mirada de los amantes
en sus affaires de engaños y siniestras traiciones
sin irradiar se confunden los sombríos pasos en las calles nostálgicas
que ocultan el crimen de matar a la otra que obnubilada no sabe del engaño
la luz centelleante se cuela por el delatar de la ropa
el olor a sábanas de estaciones de medianoche corrompe el día
tan luminosa la presencia del engaño que encandila a la mujer desprotegida
¿es luminiscencia de amor este engaño o sombra construida en el espasmo de los cuerpos?
Amortajada en tierra
Sometemos los impulsos
a la prístina conciencia de los amantes
En un breve segundo finito en su luz
irradié todo el cosmos en tu boca
lamí hasta los huesos del deseo
y estiré el cuerpo al sol del calor
para quedar sumida en el espanto
de las cosas vacías
del rostro lagrimoso amortajada en tierra
que contiene las suplicas
entonces mujer me destiné
al eterno naufragio en tu sed de abandonada en tierra
Fuego consumido/consumado
Consumimos hasta el último fuego del deseo
y luego con piedras en una impostura celeste
prendimos lo que quedaba hasta de las cenizas
como aves de ellas mismas remontamos a otras distancias
entonces la soledad le abrió un hueco negro
a los espacios que habitamos
y ya no más de fuego, piedras y pieles
se acomodó el frio eterno en las comisuras de los brazos
y en los pliegues de la embestida piel de antaño
Alas desterradas
Las aves surcaron este cielo trayendo lluvias de fuego
entonces las alas tuvieron cielo para emprender la travesía
contradictoriamente un viento empecinado
nos derribó el vuelo
y caímos en la confusa noción de ser ángeles-pájaros caídos
ahora comiendo tierra, rasguñando polvos de miseria
en la intemperie de la caída
nostalgeamos esos arrojos de coraje apasionado
ahora somos huesos y plumas derretidos por el espanto de la tierra
Soledad en estaciones
Sin ser tu sol me convertí en el calor de las pieles
Como musa afrodita en los pliegues de mis carnes
Te acogí taciturno y empecinado por los finales que ebullen
Un volcán de tinieblas cubría las soledades remotas
Que se estacionaron en el alma
Cada vez más decidor tu silencio
ha sido testigo inhóspito
De los paroxismos del espíritu
Tú tal cual tú me arrojas fuera del paraíso extinto
Y me quedo con el traje de Eva perdido
En la pérdida de ese lar infinito
Vuelo sangrante
Toco tu sangre de estallidos en mi cuerpo
arribo a tu boca embistiendo miles de explosiones de mi sangre
pájaros estacionales divisan la marea de fuego
que se levanta en la barquita de mi tiniebla
y tú implacablemente hermoso
tocas las manos que dibujan tu vuelo
y yo ya no puedo seguir la bandada
la bandada que se escapa por el horizonte finito
no hay miradas eternas que salven al deseo del frío fin
Soledad en tránsito
Sola fría pensativa
veo como la palabra se hace transfuga en tu boca
tu solemne y compuesto anuncias la despedida
y me paro en el umbral de la puerta a esperar que devuelvas el rostro
corriendo te alejas hacia el taxi de turno
y yo tan sin pasaje miro las aves que se escapan de la jaula de mis manos
Traición
(Traiciones que no se creen… que se visten de soledades)
Hubiese sido mejor decirlo
decir por ejemplo que tu cuerpo vibra con otro
que no hay huellas imborrables
que los momentos se los lleva el agua
y al agua el viento
que la sombra que aparece es de ella
que tu deseo se va de prisa en sus constelaciones
sería mejor decirlo y no callarlo para beneficio de la mendiga
para que los celos no fueran un espasmo en la intemporalidad
sería mejor que guardaras tu masculinidad para ti mismo
para que no duela presenciar el espectáculo de tu cuerpo cerca de otro referente
tal vez los insomnios y los signos que circulan diariamente
son estáticos y no mueven tus deseos
tal vez mi deseo no alcanza para retener tu huida
y con celos, rabia, una mujer latiendo
me quedo nuevamente con tu fantasma
herida en combate de sangres que pujaron y se perdieron en la distancia
ahora que estás tan sereno en la paz de ella
te acribillo con mi silencio y una humildad que me nace
frente a ti percatado de mi enamoramiento
si pudiera decirte una última palabra
no sé qué te diría, si la poesía o la sombra
si de las libertades o los engaños no forzados
siendo como soy tan libre
complejiza el hecho de haber encontrado orilla este cuerpo
que ahora sangra más nítido que nunca
y los versos tan austeros,
nombran la palabra traición y desengaño
como estoy en el siglo XXI y me rondan las vacilaciones de ser mujer
pero siempre autónoma
te digo que el tono de mi entrega fue porque sentía que tu comprendías
los espacios comunes, la cofradía del calor
pero fui yo sola y tú de a dos
una contra dos es la batalla perdida en la ignominia
en la miserable realidad de ser nada
sólo yo me tengo, nunca pensé en posesiones
pero tú y tus palabras entraron por la izquierda de mi costado
y tus besos empaparon con vinagre mis labios
tus miserables monedas me vendieron a la vida de engañada
tu mirada me desterró al paraíso solemne de la soledad
y yo tan sola te escribo estos versos hipócritas
con razones para olvidar
pero me arrojaría a una tumba donde habría enterrado tus huesos
porque ya no tienes vida en las palmas de mis manos
ya no estás más sino adherido a otra superficie carnal
y ese mar que compartimos con las plantas de los pies
se va difuminando con un azul que molesta y hasta hiere porque son salinas las olas en las heridas
me arranco… huyo de esta historia
embestida de celos y la indiferencia a andar este mismo camino
con piedras en los bolsillos
y ahogándome en estos celos de ella contra mí
me aboco a sufrir esta tragedia feroz
y el medio día es una casa sola
unas voces que llegan parodiando el pasado
y tú tan ausente te paseas por la sangre
y tú tan lejano te pierdes en el reloj de otras miradas
tú tan sereno y tan en paz puedes vivir fuera de la nostalgia
yo tan valiente…. doy un paso al lado de la melancolía
y tantas veces después del enamoramiento me caigo y me levanto en un acto patético
pero tan valiente que me despido del reloj que aguarda tu llegada
de las sábanas con olor a hombre que embiste sus traiciones
del vino que es festín para tu fiesta dulce
y con las manos heladas y vacías
te escribo en un aleteo incesante la paz de mi alma
cuando de verdad vería volar tu recuerdo muerto enterrado y pretérito
pero diciendo que te olvido
me sumo a la trayectoria de quererte
y me resto a mí misma en este trance decrepito
y las nostalgias me orillan al silencio
al alejamiento de la vida
y veo como me quedo estacionada en un recuerdo
Epitafio final
Las despedidas no existen
Es mentira, los adioses gritan en cada segundo
La embestida de tu traición le abre un surco a la piel
La corazonada en la ausencia de la ausencia
Estalla en las paredes de la conciencia
Los demonios frígidos se posan en el cuerpo muerto
Los soles de verano no entibian la memoria de graznidos horizontales
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