ESPERANZA.

Se desangra la primavera en pétalos rotos,

galopan aquí en mis venas corceles salvajes

que no supiste darles mansedumbre y…

se nutre la tarde de vagos recuerdos, de nostalgias

constantes que vuelven lívida la piel que no recibe

caricias. Un viento húmedo trae presagios de lluvia,

viento que acaricia tu piel, despeina tu pelo con suaves

dedos invisibles. La lluvia sanara las heridas de la tierra

reseca; tu amor salvara a este corazón moribundo, vestido

de olvido. Gotas de lluvia caerán sobre los campos

desnudos, como ángeles guardianes; surgirán de la

oscura entraña niños pimpollos, buscando la madurez

de una flor sin nombre. Yo seguiré esperando los presagios

de tu amor, presagios que vistan de esperanza a mi corazón

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