Llegó para quedarse…
Cuando la calle,
yacía
fría
harapienta
y vacía.
Desnuda
de sueños
afecto
compasión
y calidez
sombría.
¡El huésped!
Ronda la avenida…
Dejando al pasar
desolada la vía…
Queriendo llevar
¡su perfume!
allí,
donde se anida…
Le temen
por doquier
Le huyen
a granel
¡Pues!
Su visita abarca
como una telaraña,
y al pasar
se ensaña….
Solo se oye el murmullo…
de un repicar de voces,
al doblar la esquina,
de un tropel que opina:
“Que aquel visitante
debería marcharse”,
y… piden su partida.
Recuerdo su llegada
hoy parece
mentira…
El mundo en solo
risas…
presagiaba a la vida,
burlaba al visitante
de abajo…
y más
arriba…
Parecía una fábula,
casi nadie creía
todo,
lo que se decía…
De aquel forastero
que hoy ronda
la vía.
¡Ya ven que no es mentira!
Cuando el músculo duerme
y… la limosna agita.
Y,
el orbe entero
Hierve…
Pero aquel
Visitante
parece que se
afinca.
Dicen,
Que es cosa
Maldita…
Que,
llegó para llevarse
desmanes de la vida
de un mundo envuelto
en llamas,
que del amor…
suplica…
¡Parece que no aplica!
Se escuchan Cuchicheos
que dicen que de lejos
lo ven por las rendijas
para ver si
se marcha
y volver a…
la vida.
¡El huésped!
“Que asesina”
Merodea
en la esquina
la calle
y la avenida.
Solo espera el momento
de quitarles…
la vida.
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