Fibras del alma

Fibras del alma

Miguel Pino

14/07/2020

Ninfa nocturna

Abanica el viento, la soledad de la noche,

el silencio inerte se acopla al alma.

gira y susurra el viento llamando a la rama

que en sutil movimiento a la calma reproche.

su abrillantado pelo resalta la penumbra,

mientras sus ojos de mar se funden en el cielo.

sus labios color rosa besan la brisa de hielo

que golpea su cara y su belleza vislumbra.

ahí, entre las sombras envuelta en su velo,

está la bella joven observando el cielo

amalgamada en su nostálgico pensamiento.

la luna plateada destella en sus ojos

de azul sereno, profundos y hermosos.

mientras cantas sirena, notas finas al viento.

Añoranzas

Eres el hermoso sueño

Anclado en lo profundo

Del abismo moribundo;

Donde nace el desdeño

De este amor tierno y puro

Que martiriza el alma.

Y el sosiego que no calma

Calcinando el blanco muro,

Donde prendía la esperanza

De ese amor que no se alcanza.

Es tan frío el acero

De la hoja de la distancia,

Que por más que te quiero

No la vence; la constancia.

Pero aún así te espero,

En el silencio que calla

Este corazón sincero.

Derivando la muralla

Que de ti mi amor aparta

Y el corazón infarta.

Pero como no amarla,

Si esta fundida en el alma

Del poeta aquella dama.

Sus versos desean llamarla

Y se pierden en el viento,

Llegando solo el eco

Difuso del sentimiento.

Quedando solo un hueco,

Un vacío infinito y yerto

Que entristece el pensamiento.

Nostalgia

Cavilando está el pensamiento,

Sigiloso como el viento,

Que recorre aquellas praderas

Recordando cuitas ligeras

Que en el pasado entonara

Con ternura y sutil ensueño.

Su recuerdo vuela risueño

En ese ayer que el campo otrora.

Su pensamiento vuela, vuela

Tras ese amor de primavera,

Que encendiera la hoguera

Ardiente que al cielo lleva;

Cada caricia que abreva

Ese manantial que hoy anhela.

El grito de la soledad

Tome la soledad y el grito desesperado

De aquel vacío profundo que en el alma navega,

Los invite ayer a la mesa del olvidado

Epitafio rancio. Ahí, donde se doblega

La carne putrefacta que abandonó el alma.

Senté a la soledad frente a mí y la probé

Y la encontré amarga, la insulte y la injurié

Hasta saciar mi sed de buena compañía.

De igual forma, tome al grito inclemente,

Deguste su sonido disonante y sórdido

Y lo encontré vacío, y su eco maldije.

No tenía mensaje solo era impertinente,

Los eché de la mesa, del mesón olvidado,

Frío y pálido que reviste la muerte.

Éxtasis nocturno

Serena está la noche sin estrellas,

Su luna tiñe tenuemente la sombra.

Cubriéndolo en su velo de siluetas

al paisaje soñoliento que enamora.

Su luz bella plateada se refleja

En el camino que en el horizonte

Se pierde como hilo de agua,

Frente a los ojos que miran fijamente.

Solo la penumbra serena su mente,

Mientras canta el viento suavemente

Aquella melodía que al alma estremece.

Sus ojos cafés claros cuál faros

Radiantes, quiméricos y hermosos,

Destellan su magia fulgurosos.

La historia de un jinete

Relampaguea el cielo

Y un grito desgarra,

Su corcel desamarra

Y lo monta en vuelo

Con rumbo donde su amada.

Ya cae la noche en gotas de agua

Y la luna refleja laminillas de plata

Por la larga calle empinada.

¿Que si lleva prisa preguntas?

¡Claro! Pues, va donde su morada,

Lejos del gélido viento

Que a su corcel y su alma atrapa.

La brisa; golpea su rostro

Y el ala del sombrero baja,

Y como una flecha cruza

La angosta cañada

Que hinchada como un río bajaba.

Ya a lo lejos divisa su casa,

Mientras tiembla el cielo,

Un rayo los deja tendidos

En las laminillas de agua.

Con su último aliento

Arpegia su guitarra.

Y una última copla de amor

Entrecortados suspiros

A su mujer le canta.

Colegiala

Hermosa jovencita que engalana la clase,

Muy linda y esbelta, resulta y airada.

En su cuaderno apunta cada palabra o frase,

Fija en él sus ojos; no alza su mirada.

Su voz sutil y dulce su oído encanta

Cada vez que expone o cuando lista llama,

Su cabello oscuro cae como filigrana

En los hombros y espalda, su ojo diamanta

Con luz de esperanza, ahuyentando tristezas

Que agobian su alma, las escribe en versos

Para así sacarlas y vaciar nostalgias.

Mientras que al lado opuesto observan sus bellezas.

Obnubilados ojos negros miran inmersos,

Discretos en la sombra, queriendo ser sus guías.

Covid 19

Apareció en Wuhan,

A finales del año pasado.

Y a Colombia fue importado

Por el presidente Iván.

Envió el país a cuarentena

A mitad del mes de marzo.

Y después de tanto esfuerzo

A todos los desenfrena;

El famoso día sin iva,

Que hasta al más juicioso lleva

A perder el juicio y la cabeza

Por una TV curva, plana y nueva.

Aunque feliz mañana muera

Porque el covid contrajera.

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