Ninfa nocturna
Abanica el viento, la soledad de la noche,
el silencio inerte se acopla al alma.
gira y susurra el viento llamando a la rama
que en sutil movimiento a la calma reproche.
su abrillantado pelo resalta la penumbra,
mientras sus ojos de mar se funden en el cielo.
sus labios color rosa besan la brisa de hielo
que golpea su cara y su belleza vislumbra.
ahí, entre las sombras envuelta en su velo,
está la bella joven observando el cielo
amalgamada en su nostálgico pensamiento.
la luna plateada destella en sus ojos
de azul sereno, profundos y hermosos.
mientras cantas sirena, notas finas al viento.
Añoranzas
Eres el hermoso sueño
Anclado en lo profundo
Del abismo moribundo;
Donde nace el desdeño
De este amor tierno y puro
Que martiriza el alma.
Y el sosiego que no calma
Calcinando el blanco muro,
Donde prendía la esperanza
De ese amor que no se alcanza.
Es tan frío el acero
De la hoja de la distancia,
Que por más que te quiero
No la vence; la constancia.
Pero aún así te espero,
En el silencio que calla
Este corazón sincero.
Derivando la muralla
Que de ti mi amor aparta
Y el corazón infarta.
Pero como no amarla,
Si esta fundida en el alma
Del poeta aquella dama.
Sus versos desean llamarla
Y se pierden en el viento,
Llegando solo el eco
Difuso del sentimiento.
Quedando solo un hueco,
Un vacío infinito y yerto
Que entristece el pensamiento.
Nostalgia
Cavilando está el pensamiento,
Sigiloso como el viento,
Que recorre aquellas praderas
Recordando cuitas ligeras
Que en el pasado entonara
Con ternura y sutil ensueño.
Su recuerdo vuela risueño
En ese ayer que el campo otrora.
Su pensamiento vuela, vuela
Tras ese amor de primavera,
Que encendiera la hoguera
Ardiente que al cielo lleva;
Cada caricia que abreva
Ese manantial que hoy anhela.
El grito de la soledad
Tome la soledad y el grito desesperado
De aquel vacío profundo que en el alma navega,
Los invite ayer a la mesa del olvidado
Epitafio rancio. Ahí, donde se doblega
La carne putrefacta que abandonó el alma.
Senté a la soledad frente a mí y la probé
Y la encontré amarga, la insulte y la injurié
Hasta saciar mi sed de buena compañía.
De igual forma, tome al grito inclemente,
Deguste su sonido disonante y sórdido
Y lo encontré vacío, y su eco maldije.
No tenía mensaje solo era impertinente,
Los eché de la mesa, del mesón olvidado,
Frío y pálido que reviste la muerte.
Éxtasis nocturno
Serena está la noche sin estrellas,
Su luna tiñe tenuemente la sombra.
Cubriéndolo en su velo de siluetas
al paisaje soñoliento que enamora.
Su luz bella plateada se refleja
En el camino que en el horizonte
Se pierde como hilo de agua,
Frente a los ojos que miran fijamente.
Solo la penumbra serena su mente,
Mientras canta el viento suavemente
Aquella melodía que al alma estremece.
Sus ojos cafés claros cuál faros
Radiantes, quiméricos y hermosos,
Destellan su magia fulgurosos.
La historia de un jinete
Relampaguea el cielo
Y un grito desgarra,
Su corcel desamarra
Y lo monta en vuelo
Con rumbo donde su amada.
Ya cae la noche en gotas de agua
Y la luna refleja laminillas de plata
Por la larga calle empinada.
¿Que si lleva prisa preguntas?
¡Claro! Pues, va donde su morada,
Lejos del gélido viento
Que a su corcel y su alma atrapa.
La brisa; golpea su rostro
Y el ala del sombrero baja,
Y como una flecha cruza
La angosta cañada
Que hinchada como un río bajaba.
Ya a lo lejos divisa su casa,
Mientras tiembla el cielo,
Un rayo los deja tendidos
En las laminillas de agua.
Con su último aliento
Arpegia su guitarra.
Y una última copla de amor
Entrecortados suspiros
A su mujer le canta.
Colegiala
Hermosa jovencita que engalana la clase,
Muy linda y esbelta, resulta y airada.
En su cuaderno apunta cada palabra o frase,
Fija en él sus ojos; no alza su mirada.
Su voz sutil y dulce su oído encanta
Cada vez que expone o cuando lista llama,
Su cabello oscuro cae como filigrana
En los hombros y espalda, su ojo diamanta
Con luz de esperanza, ahuyentando tristezas
Que agobian su alma, las escribe en versos
Para así sacarlas y vaciar nostalgias.
Mientras que al lado opuesto observan sus bellezas.
Obnubilados ojos negros miran inmersos,
Discretos en la sombra, queriendo ser sus guías.
Covid 19
Apareció en Wuhan,
A finales del año pasado.
Y a Colombia fue importado
Por el presidente Iván.
Envió el país a cuarentena
A mitad del mes de marzo.
Y después de tanto esfuerzo
A todos los desenfrena;
El famoso día sin iva,
Que hasta al más juicioso lleva
A perder el juicio y la cabeza
Por una TV curva, plana y nueva.
Aunque feliz mañana muera
Porque el covid contrajera.
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