Proeza de Ares

!Escuchad, mortales!

!Si seductores decís ser!

Ha, muchos siglos, un temperamental hombre

a los dioses retó y humilló con heroicos actos

sedujo a la diosa Afrodita o Venera

no la que conocéis por la tradición cantada

era otra, nacida del mar y el nácar

No la concibió la salina agua fecundada

ni los castrados genitales de Urano

parida en una isla por una negra fue

su padre pirata y sus ancestros moros

*

En majestuosa y rica ciudad creció

de belleza angelical, el cuerpo alquilaba

entre las humildes esclavas, joya deseada

en los corazones su imagen veneraban

de los más recónditos lugares llegaban

Hombres ricos y pobres, viejos y jóvenes

anhelándola y en sueños gozándola

no era miel de burros, se les anunciaba

¿Habría de llegar su día? Preguntaban

no resistía la mayoría y abandonaban

*

Las arcas de aquella casa atiborraba

mares de lujuria por escaleras chorreaban

las recámaras de placer se impregnaban

rojos viernes de placer demoníacos

sábados púrpura de orgías saturnales

resurrección y paz en inhabilitado

Tiempo sagrado era, la muerte precoz

erotismo y brecha a la condena

sin escapatoria y de voluntad

cándida era la entrega de riqueza

*

Esperanzada, de noche ataviada

sus brazos y caderas fuerte relucían

las monedas tintineaban doradas

a él, ella solo lo esperaba

llegó pobre, herido de espadas

sin corcel ni escudero ni titulo

altanera en su rostro la mirada

se abalanzaron los fieros canes

esquivó mordidas y crueles pases

la retirada fue crujiente y ósea

*

Volvió de astucia bien armado

con disfraz, daga y manto de Pandora

la mulata en brazos sacó a la noche

Abrazados y en un beso ascendieron

al reino de la libertad añorada

despojados de cuerpo y sin alma

Ejemplo de amor y devoción les

convirtieron para sanar desdichados

enamorados se les puede ver 

en cielos de diamantes estrellados