El año del Ermitaño

El año del Ermitaño

Ulises

01/09/2020

》Esos momentos

Esos momentos me enseñaron que no era el momento
Que la experiencia valía mas cuando se aprendía de ella (darse cuenta)
Que mi cerebro es goma y debo saber esculpirlo, antes de que el mundo lo haga por mí. No sé qué pasara, pero alguien lo tiene que hacer
Filosofías de la vida y vidas de la filosofía

》El año del ermitaño.

El mundo deja de existir ahí, el momento de estar ahí, solo momento
No sé si le temo más a la adicción o al deseo.
Ahí entiendo que no hay peor enemigo que uno mismo, ya que es uno el que crea sus enemigos
No hay buenos ni malos, todo depende de nuestra percepción
Y no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapte

》El extraño mundo en que vivimos

Vivimos y seguimos, entre dogmas y determinismos, buscando encontrarnos a nosotros mismos.
Todo va y viene solo moviendo un dedo, el mundo no se detiene
Te entretiene y configura hasta tu figura, y si no te gusta lo real, puedes vivir en lo virtual, mostrando lo que quieras que vean y por más extraño que parezca el mundo en que vivimos huele como que apesta.

》Ícaro 

Jamás me sentí tan liviano y fuerte a la vez, esas brisas, el mar, tanto por ver y conocer… Ansiedad recorre mi cuerpo, el éxtasis de lo desconocido, lo insaciable de mi Alma abriéndose y gritando que siga y siga…
Cada paisaje se impregna en mis retinas, uno no sabe que hay más que una isla en este cosmos de dinamismos irrepetibles, y ahora entiendo que no soy más que este latir efímero en el aire, y que jamás podré regresar a donde estuve. Todo cambia y nada es para siempre.
Miro desde lejos lo que antes me ataba a la tierra, lo que me atrapaba, lo que me frenaba, eso que me «definía».
Y subo alto muy alto, cada vez más lejos de todo y de mí, o de lo que antes me determinaba y conocía
Ya estoy cerca de lo que una vez mi padre me aconsejó alejarme, rebeldía y nadar contracorriente como bandera, pero hoy no nadó; vuelo y me elevó lejos de todo en esta vida, en esta muerte.
Ya siento el calor después de tanto frío, solo estoy aquí, silbando viejas melodías, riendo y llorando por nuevas sensaciones que brotan y empiezan a carcomerme, siento el fuego y pierdo el vuelo.
Me sumerjo en lo que algunos llamarían dolor, pero hoy entiendo que estoy más allá del miedo, el amor, este cuerpo.
Tal vez soy solo eso, un latir, un recuerdo, una historia, un mito…

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