Infinita infancia

Hoy salí a caminar por el barrio. Pasé por lo de Juanita, mi abuela. Por el almacén de López, por la canchita, nuestro potrero. Y me acordé de ustedes muchachos. Todavía puedo escuchar nuestras voces de niños festejando cada gol ¿Dónde andarán Fidel, el Negro, Nando y tantos más? Hoy pasé por el barrio y aunque el paisaje ya no es el mismo. Los aromas, el cielo, las almas y los recuerdos siguen estando. El agua más rica del mundo, la que tomábamos después de cada partido de la vieja bomba de Don Vega. Aún recuerdo la sombra del ciruelo en el viejo patio y nosotros sentados, listos, para oír sus mágicas historias al atardecer. ¡Don Vega! Hoy, quizás sean los años, lo entiendo más que nunca. El banco de la plaza, el primer beso, mi primer amor, las cosquillas en la panza y mi perro ¿Por dónde estarás corriendo y ladrando Gitano? Hoy pasé por el barrio, y no es poesía, es verdad. Hoy pasé por mi barrio. El de siempre, el de toda la vida. Y como te extraño…Infinita infancia.

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