Estaba mal, no había muchas esperanzas pero su lucha era incansable, no se rendía, se esforzaba por salir adelante, tenía que conseguirlo. Era mucho lo que le quedaba por hacer, le esperaban muchas vidas, le necesitaban y él a ellas. No quería irse, se resistía, aguantaba, se resignaba, se carcomía.
Era mucho el dolor que había causado y el que le habían causado a él. Pero había tenido otra oportunidad, había dado otra vez todo el amor que tenía, se había entregado, había sido correspondido, era feliz, o al menos lo parecía.
Le necesitaban, no podía abandonarlas, era el pilar de una estructura fallida, de una mentira, sin que nadie se diese cuenta, las cosas iban transcurriendo hacia ningún fin imaginado.
Vivía en un mundo hecho por él y para él, nada era lo que parecía. todo era reemplazable. Muchos eran los que le querían y no le juzgaban.
Hasta que llego el fin, el caos, y con él se fue todo. El vacío, el derrumbamiento, la cruel realidad, el saber que no hay nada, que ya no queda nada, que la vida ha de seguir, con los recuerdos, con las incertidumbres.
Eramos cinco hermanos, él era el primero, ahora quedamos cuatro y el amor siempre prevalece sobre el rencor.
Él es lo que era, invento, apariencia, realidad, amor, cariño, individualidad, desconfianza, confianza, odio, amistad, sinceridad, misterio,….
Para cada uno fue lo que quiso ser, ha dejado muchísimo pero a la vez no dejo nada. Fue un cúmulo de personalidades y de apariencias y cada uno tuvo su percepción sobre él, siendo así muy difícil valorarlo y mucho menos juzgarlo.
Fue una persona muy cercana a mí y a la vez muy lejana. Mi juicio hacia él no importa, tuve buenos momentos y a la vez otros no tan buenos, no había entre nosotros nada especial, ningún lazo de complicidad, nada que nos identificara como hermanos, solo familia y recuerdos.
Sus últimos días estuve allí, vi su derrumbe, su lucha, su esfuerzo, su sufrimiento, su final. Fue de los días más tristes de mi vida, la enfermedad y la muerte son nuestros mayores enemigos.
En esos días reflexionas, analizas, ves más allá de lo que se ve, emociones, amor, desprecio, cariño,…
Yo quizá tampoco fui lo que él esperaba de mí. Mi recuerdo más cercano sobre él fue un día muy especial que me quede a cuidarlo, era el día de mi santo, me dio un regalo de humanidad y ternura que nunca olvidaré. Muy a pesar de todo te querré toda mi vida hermano, hasta que nos encontremos en la otra.
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