Mamá nos comentó su terrible experiencia que por falta de la tecnología actual, como un ultrasonido, hasta el momento se enteró que tendría dos hijos cuando se imaginaba que solamente llegaría uno. Así fue aquel 31 de diciembre de 1944, cuando en la ciudad de Apizaco, Tlax. Mamá recibió la herencia porque su abuelita Doña Justina Xóchihua, a quien cariñosamente nos enseñó a llamarle “Mamá Tina”, fue “cuata” y en esa ocasión llegaron los primeros “cuates”, de los muchos de sus descendientes. La partera se apresuró a decirle “no cierre las piernas” cuando a las doce en punto, ya había nacido nuestra querida hermana “Marinela”, para que a los diez minutos llegaras tú con tu exuberante cabellera negra y tu piel morena, que contrastaba en mucho de la piel muy blanca y casi calva de tu “cuata”, se perdieron el premio de los primeros niños del año 1945, por una diferencia de 12 horas. Así como fueron diferentes físicamente al nacer, también lo fueron en su carácter teniendo mayor empatía conmigo, no obstante ser menor que ustedes.

Tengo muy claro cómo realizaste tu educación primaria, en tres escuelas diferentes, la educación secundaria también, finalmente concluiste en el Centro Escolar “Niños Héroes de Chapultepec”, de la ciudad de Puebla, en donde habías sido fundador de la banda de música, tocando clarinete y saxofón, más tarde tuviste inclinación por el piano.

Tu inteligencia nata, se vio opacada por un diagnóstico severo: Meningitis y Encefalitis, que a los 23 años aproximadamente se apoderó de ti, en aparente estado de inconsciencia, la ineptitud de los médicos, nos recomendaron a Mamá y a mí, retirarnos a casa a descansar de las innumerables horas de guardia que en forma alternada te dedicábamos, “diciéndonos que nos llamarían, para recoger el cuerpo” ya que para ese entonces, ambas trabajábamos en el magisterio tlaxcalteca, aún radicando en la Ciudad de Puebla, por ofrecer en aquel tiempo, mayores opciones de estudio, obteniendo en sus Instituciones Educativas, los títulos que avalan nuestra preparación profesional. Cuál sería la sorpresa médica que a los tres días te dieron de alta totalmente recuperado. Creímos en el gran milagro de la vida y a pesar que haberte augurado una vida estéril por las extracciones de líquido céfalo-raquídeo que te realizaron, te casaste con Gloria Estela García, con quien formaste un hogar que pronto de completó con las risas y travesuras de mis queridos sobrinos-ahijados: Sandra Stella y Giancarlo Mendoza. Ella, ahora casada con dos hermosas niñas y Gian, excelente Maestro de Piano, maestro de sus sobrinas quienes le heredaron al tío el gusto por el arte de tocar.

Después de este suceso de tanto impacto en tu vida, dedicaste tu vida al Ministerio, obteniendo el título de Presbítero de la Iglesia Evangélica, extendiendo tu labor hacia algunos países de Centroamérica, como Costa Rica y Honduras; estando allá por mi correspondencia recibiste la noticia del nacimiento del varón de tu “cuata” y me comentaste que ese día y a la hora precisa, sufriste fuertes dolores de cabeza que por muchos más fenómenos ocurridos a ambos, deducimos que se trataba de esa fuerte vinculación que establecieron desde el momento mismo en que se empezaron a gestar en el vientre de nuestra querida Mamá.

Hace como veinte años, nos comentaste que por Disposición Divina, habías recibido la indicación de elaborar un “Shampoo Artesanal”, para la recuperación del cabello, con ingredientes naturales al que inicialmente le llamaste “Wildebrando” y posteriormente lo redujiste a Wily, por ser tu segundo nombre, me lo ofreciste desde entonces y fui totalmente fiel a ti, usándolo sistemáticamente, el resultado ha sido ver que el efecto se ha dado de la nuca hacia el frente, ondulando mi cabello que era totalmente lacio, evitando las canas, no obstante pertenecer a un familia muy canosa, fortaleciendo su raíz, al grado que a mis 71 años de edad, cuento con una caballera abundante que para ti, ha sido tu orgullo y tu mayor triunfo al considerarme una excelente modelo de tu trabajo en mi cabeza.

Mamá también fue fiel a su uso, su cabellera blanca y brillante a partir de la nuca empezó a convertir el color blanco en negro e hilos negros sobresalían de su cabellera, a sus 90 años de vida, tu Madrina y tía nuestra, Eufrosina, dejó de usarlo para que a sus 98 primaveras, no perdiera su hermoso color blanco.

Existen muchos testimonios como los de los doctores Arturo y Félix Villagrán, Miguel Ángel Sandoval entre otras personas más, por el beneficio recibido, te encargaban galones de Shampoo Artesanal.

Fue muy duro para ti perder a tu querida esposa Gloria y enfrentar la vida sin ella, decidiste quitar la casa familiar, puesto que tus hijos ya se habían independizado y venir a vivir a casa, a la CDMX, Considero que para ambos fue un cambio radical, puesto que ya había muchos años de por medio, desde que vivíamos en el hogar, como hijos de familia, sin embargo iniciamos nuestra convivencia y poco a poco volvimos a adaptarnos.

Ibas y venías a la ciudad de Puebla, a San Diego Metepec y la ciudad de Tlaxcala, ejerciendo tu ministerio y entregando los múltiples pedidos de la agenda que ya habías logrado constituir. Tus males físicos, entre ellos la diabetes mellitus, te obligaba a guardar una dieta “especial”, que no tuviste ni deseos ni ganas de concentrarte en ella, por el contrario tu refresco azucarado de dos litros, galletas con dulce, comida chatarra eran tus adquisiciones y el resultado fue, que cuando Selene nuestra sobrina, casi a la fuerza te llevó a Urgencias a la Clínica 27, entonces te diagnosticaron una deshidratación que corrigieron con un suero de más de 12 horas, También tuviste dos caídas sobre el hombro derecho que reclamaba atención inmediata. Era necesaria la operación, comprendí que era hora de volver a casa con tus hijos… aquí está el calendario señalando el mes de julio, fuiste empeorando y finalmente el día 25 de octubre te volviste a casar con tu amada Gloria…

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