JAMÁS ES MUY TARDE!

JAMÁS ES MUY TARDE!

Alexandra Ortiz

15/11/2017

Aunque tuviera la oportunidad de elegir a mi padre en la tierra te elegiría a ti de nuevo, tal vez muy joven e inexperto, pero lleno de amor, además a ti debo en gran parte lo que soy, tengo mucho por agradecerte y quiero hacerlo en vida:

Agradezco cada momento que compartiste conmigo, porque era tiempo de calidad, aún en medio de tu juventud sentía que lo dabas todo por sacarme una sonrisa, gracias porque cuando llegabas de trabajar mi barriguita comenzaba a sentir cosquillas que me hacían reír hasta más no poder; gracias por esas tardes en el columpio donde me hacías creer y sentir que iba a dar la vuelta entera aunque llegara a media campana (tú me entiendes). Gracias por hacerme sentir la niña más afortunada del barrio, por tener al papá que se divertía mientras jugaba conmigo y muchos niños querían estar en mi lugar, confieso que hasta celos sentía, te quería sólo para mí.

Gracias por darme las mejores vacaciones que una niña podría pedir, en parques de diversiones, durmiendo tomados de la mano, conociendo personajes de la tele, visitando la iglesia, conociendo más de Dios, tirando muñecos “paracaídas” del balcón del edificio de mi tío.

Gracias por hacer parecer las montañas pequeñas, por minimizar el peligro, por erradicar el temor en mi vida, por enseñarme que todo es posible, ahora soy yo quien te dice, pa.. sí se puede!.

Casi olvido agradecerte por hacerme creer una estrella cuando cantaba canciones de Maná en el karaoke y ver el puntaje por encima de 90, a veces pienso que tenías arreglada la maquinita, jajajaja. Es tu culpa que no suelte el micrófono en los karaokes.

Gracias por enseñarme a encontrar la verdad, a leer, a estudiar, por presentarme a un Dios sabio, ordenado, amoroso, justo. No me presentaste una religión, me presentaste un papá, un amigo, un compañero fiel, un refugio; pero a tan corta edad también abriste las ventanas del conocimiento para no conformarme con lo que otros dicen de Dios, sino que me permitiste conocer las raíces, la historia, las manipulaciones, todo lo que gira en torno al credo, y es una ventana que nunca jamás se ha cerrado.

Gracias por enseñarme que el trabajo no es deshonra, que lo que debe dar pena es robar, pero siempre es válido trabajar en lo que sea, de todos los empleos se aprende, además descubres facetas nuevas de ti mismo. Puedes vender desde un automóvil hasta un ataúd, desde un par de zapatillas hasta una cartilla para aprender matemáticas, puedes trabajar desde vendiendo empanadas caleñas hasta en una multinacional, eres un duro pa.

Gracias, porque aún en tus múltiples caídas he podido ver tus múltiples levantadas, tu perseverancia y tu lucha. Tu vida en sí misma es un milagro, es una muestra de la misericordia de Dios. Eres un hijo de Dios, tienes su llamado, eso se percibe cuando le alabas, cuando declaras su palabra, precisamente es por ello que el enemigo quiere callar tu voz, quiere congelar tus dones y talentos, quiere frenarte con sentimiento de culpabilidad, no lo permitas más!

Dios quiere tener una relación personal contigo, sigue esperándote, es el más interesado en dialogar contigo, abrazarte, restaurar tu vida. Él puede borrar tu pasado en un abrir y cerrar de ojos, permítele glorificarse en tus debilidades, no luches más sólo, no lo hagas en tus propias fuerzas, Dios quiere cargar todo el pecado por ti.

TE AMO PA! Amo cuando cantas, amo cuando ríes, amo cuando inventas un cuento, amo cuando cuentas una historia, amo cuando alabas a Dios, lo único que no amo de ti es cuando roncas, jajaja, bueno y también cuando te enojas, pero nadie es perfecto, y es un área que también Dios tratará contigo, y confío en que disfrutaré a un viejito conversador, tranquilo y consentidor.

No pierdas más tiempo, Jamás es tarde!, es hora de volver a empezar, de disfrutar tu propia vida, de aprovechar tu inteligencia, tu gracia, disfrutar a tus hijas, tu esposa, tu nieta, tu madre que tienes el privilegio de tener aún viva. Dios concede el sueño, la paz, cuida tu cuerpo, tu salud, pero sobre todo tu alma y tu espíritu. Nos queda mucho por vivir en la tiera pa, pero no se compara con la eternidad, y quiero verte en esa eternidad, quiero ver la profundidad de tus ojos y tu sonrisa en el cielo, aunque no voy a poder atenderte mucho allá porque allá estará el papá de los papás, por eso, permíteme disfrutarte más acá en la tierra.

Te ama, tu primogénita!

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS