TRILOGÍA DE LA INCOMUNICACIÓN

TRILOGÍA DE LA INCOMUNICACIÓN

Lidia Puterman

31/10/2017

MIRTA Quisiera que escucharas cuando te hablo.

HORACIO Te estoy escuchando

MIRTA Escondido detrás del diario no pareces muy interesado.

HORACIO No me escondo detrás del diario.

MIRTA Pero estás tan abstraído por el fútbol o las finanzas….

HORACIO Son las finanzas. Me interesa el movimiento de la bolsa

MIRTA Si no es una cosa es otra, pero siempre hay un tema de por medio cuando quiero contarte algo.

HORACIO No hace falta gritar para pedir las cosas. No te excites simplemente por nada.

MIRTA ¿Nada? Si ni siquiera sabes de qué se trata y opinas que no me excite por nada. Realmente no sé cómo actuar con vos. Si te hablo no escuchas, si no te hablo, no preguntas por nada, absolutamente nada.

HORACIO A esta altura de las circunstancias estoy realmente curioso, ansioso, nervioso….

MIRTA Basta de bromas Horacio….. ¡¡Se trata de Diego!! Creo que anda en malas compañías.

HORACIO Los compañeros de la Facultad no serán realmente santos pero tampoco son malos chicos.

MIRTA ¿Vos crees que sigue con los estudios?

HORACIO ¿Acaso abandonó la Facultad?

MIRTA No estoy segura, no lo veo entusiasmado por nada en especial. Creo que anda en algo raro.

HORACIO ¿Raro? ¿Como qué? No andes con vueltas

MIRTA Tengo un mal presentimiento. Están sucediendo cosas muy extrañas.

HORACIO Sigo sin entender una palabra. ¿Qué cosas extrañas están sucediendo?

MIRTA Está muy demacrado, ¿no lo viste? Come poco, fuma mucho, duerme nada.

HORACIO ¡¡Ya estás viendo visiones de madre delirante!!

MIRTA Yo no deliro ni veo visiones. La ropa del año pasado le queda holgada, los ceniceros rebalsan de cigarrillos, la comida se le enfría en el plato y casi no prueba bocado. ¿Por qué no hablas con él?. Tal vez necesite un incentivo paternal o un consejo de hombre a hombre. Creo que es imperiosa una charla a fondo.

HORACIO ¿Vos hablaste con él?

MIRTA Lo intenté un sinfín de veces, pero no pude sonsacarle ni una palabra. Es experto en evadir el tema. Busca continuamente excusas como: «Ahora estoy ocupado», «Tengo que salir». No puedo encontrar pistas para deducir nada. Quiero que hables con él esta misma noche.

HORACIO Esta noche tendría que…..

DIEGO Buenas… ¿ya cenaron?

HORACIO Son más de las 10. Estas no son horas de cenar. ¿De dónde venís?

MIRTA Tengo arroz con pollo. Te lo caliento enseguida.

DIEGO No te preocupes mamá, no tengo mucha hambre.

HORACIO Te pregunté de donde venís

DIEGO De por ahí.

HORACIO ¿Cómo van los estudios en la Facultad?

DIEGO Todo en orden.

HORACIO ¿Algún examen? `¿Cuánta materias llevas dadas? ¿Estás cursando por la mañana o por la tarde?

DIEGO ¿A qué viene tanto interrogatorio de golpe? Nunca me preguntas nada y ahora todo a la vez

HORACIO Me interesa saber dónde estás parado.. ¿Algún proyecto a la vista?

DIEGO ¿Curiosidad o interés?

HORACIO Ambas porque nunca decís nada. Hay que sacarte las cosas con tirabuzón.

DIEGO Será que tengo las cosas resueltas sin pedir ayuda. ¿Además a quien se las voy a pedir si cuentan más los ausentes que los presentes?.

HORACIO Si estoy ausente es porque mi trabajo me lo exige. Me deslomo para que esta familia tenga todo lo que necesita. De arriba no me llega nada, hay que ganárselo con sacrificio, con horas de sueño, buscando oportunidades en donde sea…. ¿Y vos, de trabajar ni hablar verdad?

DIEGO ¿Pero vos crees que todo es cuestión de trabajar y cubrir gastos? Vos pensas que uno se puede pasar la vida tomando como regla fundamental «vivir para trabajar», sin…

HORACIO ¿Y cómo hay que vivir según vos? Esperando que te vayan a ofrecer justo lo que vos querés, en el preciso momento que lo necesitas, sin tener que salir a buscarlo. No se come haciendo trucos de magia.

DIEGO Pero tampoco rompiéndose el alma es suficiente. ¿Acaso disfrutas de lo que ganas? No, por supuesto que no, ni vos, ni tu familia. Pero eso no es lo peor. ¿Tenes alguna satisfacción personal?

HORACIO Con los tiempos que corren no quedan muchas horas libres para satisfacciones personales. Eso es para gente sin muchas preocupaciones y yo tengo demasiadas.

DIEGO Vos no sos el único que las tenes.

HORACIO ¡¡Diego deja de dar vueltas ya!! ¿En qué andas?

DIEGO Estimulantes…… para recuperar los ánimos caídos.

HORACIO ¿Qué? Decime la verdad, no te creo una palabra.

DIEGO ¿Por qué no? Hoy en día es un mal necesario.

HORACIO ¿Estás completamente loco o te estás burlando de mi?

DIEGO No estoy loco ni me burlo. Necesitaba una salida y fue la única que encontré.

HORACIO Pero ¿cómo tenés el desparpajo de decir semejante estupidez? No buscaste otra que es diferente. No puedo entender como creyéndote tan inteligente hayas caído tan bajo.

DIEGO No me caí solo, me ayudaron a caer.

HORACIO ¿Qué o quién pudo hacerte semejante cosa? ¿El miedo a afrontar la vida? ¿Cómo podes pensar que eso puede solucionarte los problemas? No es ninguna fórmula mágica que te aclare el pensamiento para saber qué hacer ante las dificultades. Es uno mismo, sin artilugios externos el que tiene que tomar las decisiones y encarar los obstáculos.

DIEGO No te preocupes, ahora está todo bien.

HORACIO ¿Qué querés decir? ¡¡Explícate por Dios!!

DIEGO Dios… Sólo con su ayuda pude salir adelante. Caí en la drogadicción por falta de cosas esenciales para mí. La desunión de la familia, el afecto ausente de los amigos…

HORACIO ¿No te dimos nada de eso? ¡Cuántas veces intentamos llegar a vos! Pero siempre nos quedamos a mitad de camino, porque es tan difícil comprenderte. Siempre buscas excusas para no conversar en el momento oportuno. Siempre ocupado en no sé qué o por salir a no sé dónde.

DIEGO Creo que todos nos equivocamos demasiado. No supimos encontrarnos en el lugar adecuado, en el justo momento que más lo necesitábamos. ¿Querés que lo hagamos juntos a partir de ahora?

HORACIO ¡¡Si hijo… dame un abrazo!!

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