Imagínate el futuro, si hoy es asì

Imagínate el futuro, si hoy es asì

Padres e hijos combinando e improvisando en sus maneras de actuar, uno seguía ensimismado en el acto que se encontraba realizándolo, de la misma manera el integrante siguiente. Un día, amanece, se realiza y a medida que el tiempo sigue; como siempre, adverso a cuentos en él se miden, deja sin hechos actividades que se van.

Sentado en una banca, que clavadas sus patas las tenia en una parte pequeña de la plaza, se tenia un joven con mas que la compañía oscura, hojas aladas por vientos y torrentes silbidos de forma receloso, hechas sin apuros por momentos de diferendo presión. Se alocaba poco, y esperaba, seguía haciéndolo, seria en fin de algo fastuoso, claro está que èl creía en sus palabras y las que producir se verían en quien acompañarle yacía. Ni el rato es perdonado por el tiempo, en fin, ahora ya se tenía mirando hacia una iglesia, aquella se levantaba al otro lado de la banca, blanca de color y terrible de olor.

Al ver que su posición era adverso a su fin, cambio de mirar al frente, por hacerlo de reojo, y apoyado en codo tenia su vista en la torre de la iglesia, bajando luego al cimiento de piedra que lo rodeaba. Sin observa a alrededores, tenía ya su paso prestos a caminar y dentro de poco sentirse en sus puertas. Que manera extraña de pasar la tarde; luego de chascas clases aburridas, huyendo de la soledad, escapabase del hogar, para terminar llegado a ella: la soledad.

Al día siguiente, le despertó su madre, con gritos profundos y en compañía de golpes en la puerta. Era un día soleado, en vistas, despejado por completo; salió al patio, dirigió la mirada, todo en torno suyo irradiado de perfumes y sonidos hacían que por completo hoy seria, de presunción afirmar, día distinto a las demás pasadas, tendría mucho que mostrar y poco dejar pasar por no visto.

Ya en la cocina, la fogata sobresalía, su madre en luz apagada se veía haciendo las cosas de ama, del cual todos estaban desligados y, si es de decir, librados; terminado el desayuno, se arribó a su cuarto con intención de sacar sus cosas y nuevamente ir al colegio.

El anterior al joven, cursaba el tercer año en una universidad. Era extraño verle a él dirijiendote una mirada, pues la tenia puesta en ese aparato pequeño resaltando de azul.

Una realidad distinta a la que se lleva, oculta por pantallas de perfil, ganaba siempre a una conversación de familia, uno que en verdad de diversión te pondría a carcajadas; el joven que se escapaba ello ,que ni en interés le tenia: cosas de la globalizacion, se veía que no era de él el nuevo mundo, callejones de zoombis paresia, si gritabas a alguien o en prueba ,una obcenida soltabas, ¿que carajos te responderian? nada.


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