Una segunda oportunidad

Una segunda oportunidad

Selii Diaz

19/09/2017

Dentro del camino el destino se fragmenta, cada célula de mi entorno sigue su itinerario, tan unidos al principio y tan lejos al final; este laberinto no tiene salida, así es mi familia.

Un sin fin de recorridos, que no nos llevan a ningún lado, de momentos el reencuentro es tan cercano, pero en ocasiones parece imposible. Una es hielo, otra fuego, y el tercero aun no elige su suerte, nuestros progenitores nos llevaron sin baches ni obstáculos siempre de la mano, pero llego el momento de crecer, de ser alguien para bien.

Ella que es fuego, la rebeldía reencarnada, las decisiones precipitadas, los amigos nocturnos y la música sin fin, viajo a la costa, donde el sol llega en toda su gloria y la brisa es tan húmeda gracias al agua salada, un paraíso de verdad.

Ella que es hielo, no encuentra el camino adecuado, recorriendo destinos, analizando y calculando cada movimiento, amigos contados, amor controlado, y si, lo admito, esa soy yo, soñadora nata con una coraza, viviendo en el que creyó seria un pueblo pequeño.

El tercero un chico que se encuentra aun en busca de quien es, sin objetivo y sin anhelo, recorriendo solo los senderos.

La mejor historia de mi familia, cambia día con día, nunca en conjunto, solo en unidad, nos alejamos tanto, que nos desconocimos, que olvidamos ese hilo invisible que nos une, que atacamos para defendernos de quien sabe que.

Confusiones y promesas, nos llevaron a no querer llegar al punto de encuentro, las diferencias de carácter nos alejan, los sueños nos separan, pero ellos buscan la manera de atraernos al centro, buscan esa unión que nosotros rompimos, el amor de un padre logra lo imposible.

Aquel chico, mi hermano sin rumbo, pidió mi consejo, recorrió por carretera el sur por dos meses, visitando el mar, llegando con aquella hermana rebelde, la mas difícil de los tres, cerrando un capitulo de lucha constante, quizá solo por el momento. Iniciando nuevos viajes en busca de quien es.

Y llego el día que tome un avión para llegar a esa costa, no es tal paraíso todo el tiempo, tal parece que hasta en ese lugar la vida es difícil, el reencuentro con la contra-parte de mi carácter, llegue a ella, gracias a la persona que ambas llamamos mama, 7 días bastaron para compartir y reducir esa rabia que nadie sabe como llego.

No tengo historias legendarias, no tengo millones de fotos, cada familia es un mundo, y ahora solo quiero un sin fin de nuevos recuerdos, para compartir con el único descendiente actual, mi hijo, la inocencia personificada, la curiosidad constante y el que ama a todos por igual. Por el que creo en las segundas oportunidades.

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