Un hogar en las afueras

Un hogar en las afueras

Jairo Radilla

15/09/2017

Un hogar en las afueras

El hogar y la familia forjan el reino de un hombre… Es su único paraíso; donde mas se le quiere y extraña, donde los recuerdos cortan, duelen, y parten el alma cuando se está lejos. De su familia, de la tierra sagrada que su ser ama, donde a pesar de todo sabe que puede volver, porque siempre terminamos volviendo al lugar donde aprendimos amar la vida, donde conocimos por primera vez el verdadero amor, el calor de un hogar, de un abrazo sincero…

No importa si pasamos años fuera de él, ese deseo de regresar nunca se pierde, porque incluso cuando parece no tener nada, siempre hay algo que nos hace sentir completos; Lo que hace sentir esas ganas de regresar, aunque se esté lejos intentando hacer un futuro mejor.

Porque existen los que crecen con el amor de una familia y están dispuestos a morir por ella.

El día 13 de septiembre de 1984, Luis abandona a su familia en busca de un sueño al otro lado del muro, donde los colores de la bandera son otros y la esperanza florece. Deja tres hijos, una esposa y su hogar.; con la esperanza de poder regalarles un futuro mejor. O al menos eso pasa por su cabeza mientras el sol abrazador golpea sus sueños; cuando camina por el desierto que poco a poco le va arrancando todas su esperanzas. El camino golpea con fuerza, pero Luis logra llegar al muro; Parece que su sueño debe esperar una noche más en este lado, donde el enemigo del pueblo es la pobreza… donde también hay sueños. En el infierno gobernado por demonios Corruptos de corbata , que atan al pueblo en las cadenas de la ignorancia.

¿La causa? algunos dicen que, por culpa de la pobreza, de la falta de oportunidades… otros comentan: la corrupción, el narcotráfico y falta de cultura. Mientras unos gritan viva México, otros huyen de él.

Son las diez de la noche del día siguiente, se llega el momento.

Un impulso desenfrenado le obliga a salir corriendo e intentar cruzar, pero todo sale mal: de pronto, las luces rojas y azules de nuevo para rodearle; personas desconocidas gritan en un idioma extraño, y tratan a Luis como la representación de todo lo malo.

De pronto se escucha un disparo. El ruido de las sirenas termina por escucharse demasiado fuerte que, los gritos ya no se distinguen; parece que la situación escapaba de su control, y ahora no se encuentra en su tierra. De aquel lado ya era un delincuente, solo por buscar un futuro mejor al otro lado del muro.

Parece ser que Luis no estará mientras María, su hija, se gradúa. No importa; si las cosas salen bien, María tendrá la mejor fiesta de quince años de la que nunca se haya oído hablar en aquel pueblo, cercano a la costa grande de Guerrero.

Pero Luis piensa diferente: mientras su esposa reza a Dios, él siente que lo ha abandonado. Aun así, la familia es aquello por lo que merece la pena morir.

Las cosas no van bien y, Luis refleja un sentimiento profundo de miedo por primera vez en todo su camino. Siente temor ante lo que le ocurre.

Mientras una bota presiona su cara contra las piedras del suelo. Le asalta el recuerdo de la sonrisa de sus dos hijos y en la desesperación, sus ojos derraman dos lágrimas. Siente deseos de regresar, aunque eso signifique renunciar a sus sueños.

La oportunidad aparece; un rayo de luz dentro de tanta oscuridad.

Luis lanza un golpe y se libra de los tipos de uniformes verdes, con estrellas en el pecho. Corre de espaldas a sus sueños para regresar con su familia. No es hasta entonces cuando Luis se percata de lo duro que resulta dejar atrás aquello por lo cual estas dispuesto a morir. Eso que le había llevado hasta donde se encontraba ahora.

Dos horas de huída a la carrera le roban el aliento, mientras sus piernas toman energía de los recuerdos en su memoria que se convierten en fuerza para seguir corriendo de regreso a casa, para volver a abrazar a su familia; las cosas parecen mejorar. Tal vez lo consiga.

Cuando de pronto , regresan todas esas luces rojas y azules, con ellas el miedo y la desesperación de sentirse perdido de nuevo.

Había tomado una determinación: no se dejaría atrapar tan fácil.

Tira otro golpe desesperado para seguir huyendo de sus sueños; quería regresar. Pero esta vez es será diferente; al oficial se le agotó la paciencia y no esta dispuesto a tolerar otra falta, -el cielo tiene limites decía-.

La noche es un infierno para la esposa de Luis; la casa es más fría que de costumbre y parece que el sueño se desvanece tras el pasar de las horas. Los niños miran el televisor, al mismo tiempo que parece tener un mal presentimiento y un frió invade su alma.

Luis corre de regreso a casa cuando un disparo hace que se apague su luz, y derriba el pilar de una familia. Una bala que no reconoce ni color, ni raza, se lleva los sueños de un delincuente con causa, y destruye un hogar que solo anhelaba conseguir una vida al otro lado del muro.

Noticia de primera plana: Una familia pierde la mitad de sus metas en el país de las esperanzas, una de los miles de familias que todos los días luchan por salir de la miseria.

¡Viva México!

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