Hace mucho tiempo en un viejo pueblo, vivía una niña con sus abuelos porque sus padres la dejaron con ellos ya que no podían tenerla con ellos haya.

Han pasado 17 años desde que la niña no sabe nada de sus padres, porque ellos nunca la han buscado aunque ella los conoce atreves de fotos, pero Andrea quiere verlos y hacerles muchas preguntas, pero ellos les dicen que están ocupados que no tienen tiempos para ella, ella cada vez que ellos le dicen eso se pone tan triste que la única forma de curar el dolor es hablando con Dios.

Andrea sabe que aunque tiene padres y no le prestan atención tiene a unos abuelos que dan la vida por ella aunque ella no lo vea así de fácil, Andrea siente que ella para sus padres no tiene ningún valor, pero sabe que para sus abuelos ella es el más grande tesoro que ellos pueden tener.

Pocos días después Andrea entendió que no contaba con unos padres pero si tiene unos abuelos que son sus padres esos que dieron la vida por ella y siempre buscaban la manera de comprarle todo lo que ella necesitaban y darle lo que sus padres no le podían dar como es: amor de padres, cariño, confianza y sobre todo compresión.

Padres sepan que tener un hijo es un regalo de Dios, que se le tienen que dar el valor que ellos necesitan y no dejarlos con los abuelos y nunca visitarlos o lo peor ni una llamada para que ellos sepan que son importantes en sus vidas.

Diana Esther arroyo Llorente.

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