Todos andan medios enojados en la pobla con una viejuja que sale en la tele. Las mamás que se juntan a conversar afuera del colegio, en la feria y en almacén de la señora Anita, hablan de muy feo de la señora esa. Es una tal Jacqueline.
Según entendí esta señora es senadora.
Debe ser muy bueno y lindo ser senadora y pasarse todo el tiempo senando y senando. A mi me gustaría senar al menos una vez por día. Si mi trabajo fuera comer y comer y seguir comiendo y alguien quisiera bajarme la dieta yo también me enojaría y además de decirle patipelao le mandaría saludos a su madre, a su padre, a sus hermanos, a sus primos y a toda su parentela. Total ya me aprendí todas las palabrotas del diccionario del Justin.
La cuestión es que la gente dice que ella es una cuica fascista, yo no entiendo que tendrá de malo ser cuico. Los cuicos son abeceuno, ellos tienen muchas cosas: autos, casas, ropa linda y calentita para el invierno y ropa mas linda de muchos colores y fresca para el verano y muchos, muchos, pero muchos zapatos y zapatillas. También pueden ir a comer a pizzas, pollos asados, papas fritas, helados gigantes y comida china a esos restaurantes elegantes.
Nosotros tenemos una profe cuica y yo lo único malo que le encuentro es que es demasiado mandona, no nos deja hacer nada de lo que nos gusta. Nos repite como veinte veces cada clase las reglas y las normas: «no hables», «no te pares», «no te muevas», «no respires», «no pienses»… ni siquiera puedo avanzar en la tarea si ella no lo autoriza y hay tareas que me gustan mucho y quiero terminarlas pronto, pero debo esperar a que ella me diga que puedo seguir avanzando. Cuando quiero pedir permiso para ir al baño, pedir ayuda con la tarea o avisar que ya terminé, no puedo hacerlo con palabras, debo hacer señal con mi mano. Cada vez puedo hablar menos con mis compañeras y compañeros. Pero ella tiene auto, computador propio y harta ropa linda.
La profesora nos enseña a ser inclusivos, esa palabra es bien bonita se trata de que todos seamos todos iguales. Hablemos, pensemos, vistamos y soñemos lo mismo.
En la tele, también he visto que los cuicos hacen fiestas bien bacanes y usan trajes elegantes y joyas. Fascista ¡Ni idea! ¿Qué será ser eso?, pero si va junto con ser cuico no ha de ser tan malo. Lo único malo de ser cuico es que donde ellos viven no hay canchas de tierra, todo es verde con muchos árboles y mucho pasto. Yo le tengo una alergia terrible al pasto.
Lo que es el Justin, el Brayan, la Yanira y yo, no somos ningunos patipelaos, Tenemos unos bototos casi nuevos, que encontramos en el parque, un par de zapatillas y unas botas de goma. Las zapatillas las compró mi mamá a un caballero en la feria y son de esas bien caras que salen en la tele y que usan los cuicos. un vecino que sale a trabajar para allá, para el barrio alto. Se las deja en el puesto y el las vende bien baratas. Las botas las encontramos en el basural de la esquina, estaban un poco echo tiras en la parte de arriba, pero con unas tijeras las recortamos y les pegamos unos adornos para enchularlas, quedaron bien lindas. Yo me quedé con las botas, la Yanira con los bototos y el Brayan con las zapatillas. Algunas veces intercambiamos y yo me pongo las zapatillas y otras, los bototos, pero me gustan más las botas.
Hemos conversado mucho esto con el Justin, el Brayan y la Yanira y ya estamos decididos vamos a estudiar mucho para ser cuicos patipelados y fascistas.
OPINIONES Y COMENTARIOS