LO ENIGMÁTICO DE VIAJAR

LO ENIGMÁTICO DE VIAJAR

LO ENIGMÁTICO DE VIAJAR

Corrí de un lado a otro y en todas las direcciones; busqué mi verano en Ibiza y mi atardecer en Toscana, seguí mi búsqueda desesperada hasta Copacabana para luego regresar a Praga; para el invierno estuve en Viena para admirar su blanca navidad y al terminar este me fui a parís para a su linda primavera poder saborear.

Recorrí tantas veces los estrechos caminos Berlín y pocas veces saboree los perfumes de estar un quieto en un solo lugar, de esta forma decidí parar.Me detuve un instante y dije ¿porque debo seguir tus rutas? si en vez de eso puedo crear las mías; y desde allí me empecé a perder cada día más en mí y ahora soy cada vez mas feliz.

Me perdí en los aromas de Bilbao, degusté sus platos, admiré su arquitectura y tuve el tiempo para decidir qué cosas de la vida tenían importancia en ese instante para mí, y desde entonces solo me detuve admirar lo que realmente me importaba a mí.

Decidí dejar de visitar lo obvio e irme más lejos de lo que pudiese llegar la multitud y por eso me fui a Oslo; época de navidad el frio es más intenso que nunca y el turismo cae, pero estando solo descubrí la esencia de poder descansar, de repente estar en sus calles repletas de nieve y al rato de hipotermia temblar; eso es lo hermoso de viajar, miras todo con felicidad cuando eres el que puedes decidir donde parar.

Despertar sin alarma es lo menos normal que en un viaje rutinario puedas lograr, pero como decidí que esto no era para mí, me levanté a la hora cuando mi tren debía partir. Corrí tan rápido hasta la estación, pero al llegar el tren había perdido y parecía que mi destino no era llegar a ningún lugar.

¿Crees que es una catástrofe verdad?, en realidad fue lo mejor que me pudo pasar. Al llegar a cambiar mi tiquete por otro más, las filas me retrasaban una vez más y en la espera hice mis mejores amigos de la actualidad; entre risas salimos a comer y descubrí nuevos lugares sin tener que ir, Rahid me portó a la india, y Joao a Lisboa, nuevos planes sucedieron y no tuve que volver a pensar en buscar un lugar si a la india desease viajar ni tampoco a Portugal por se volvieron familia y desde entonces tengo nuevos lugares por los cuales ir a explorar.

Decidimos tomar otro tren e irnos a cualquier lugar, solo importaba disfrutar del trayecto disfrutando de esta nueva amistad; eso es lo que un viaje verdaderamente nos da, nos porta a nuevos lugares, nos hace amigos, familia nos vuelve en cada paso más eternos en este marco de la realidad.

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