VIAJE A LA ILUSIÓN

VIAJE A LA ILUSIÓN

Haydee Papp

02/09/2019

Una figura encorvada por el dolor y la tristeza camina a paso lento por las solitarias calles de la gran ciudad. Llueve y es de noche. El frío empeora la escena. El hombre tiritando, llega a su hogar.
Piensa: «hogar» es sinónimo de familia, niños gritando, una mujer cocinando, un perro ladrando…y allí sólo existe el vacío, la soledad, el silencio que aplasta y mata.
El hombre regresa de su trabajo, un oficio que brinda fascinación y misterio. Es mago, pero la magia está ausente en su vida. Sus pensamientos oscuros buscan una solución a la melancolía que lo asfixia. Desea viajar…un viaje sin retorno. Una travesía que borre su dolor, que le regale la paz.Un auto atropelló a su mujer y a su pequeña. Un conductor alcohólico en un segundo le robó el hálito de vida.

Ya nada le interesa, sólo viajar, desconectarse de la realidad.Finalmente una noche escucha adormilado una voz melodiosa que lo sobresalta:

_ Sé de tu hondo pesar. También sé que la venganza no habita en tu alma.
_ No tengo alma, la perdí en aquel día siniestro. Y sí, ¡odio!, odio mi destino _ gritó.
_ El dolor dicta tus palabras, pero hoy estoy aquí para concederte un deseo _ siguió diciendo la Voz.

_ ¿Un deseo? La muerte, ese es el viaje que más ansío.

_ ¿Y una segunda oportunidad de ser feliz? ¿Qué me dices? _ intentó la Voz.

_ Entonces… desearía viajar a un mundo en donde no exista la muerte, en donde reinen la magia y la fantasía. Un mundo en donde se celebre el «no cumpleaños», en donde p el tiempo no destruya y corrompa.

Mi hija tenía un conejo, así que en ese lugar debe haber un conejo blanco. ¡Ah! y un extenso jardín en donde abunden las rosas, la flor predilecta de mi mujer. Quiero que ese jardín me la recuerde a cada instante, porque en ese mundo su recuerdo me vivificará. Y si alguna vez aparece una pequeña de cabellos dorados, ojos azules, curiosa y algo desobediente que evoque a mi hijita, mi dicha será completa.

Cuando el mago despierta a la mañana siguiente grande es su asombro.
_ ¿Dónde me encuentro? _ pregunta en voz alta.
Un conejo blanco que pasa a su lado muy apurado le contesta:
_ En el Mundo de las Maravillas, ¿acaso no lo recuerdas Sombrerero? Por tu cara, veo que no te sientes bien. Perdona no puedo seguir conversando, voy retrasado _ y echándole un nuevo vistazo a su reloj se pierde entre las rosas del jardín _ Y apúrate, hoy celebramos tu «no cumpleaños» _ le grita desapareciendo entre los matorrales.
_ ¿Me ha llamado Sombrerero? _ palpa su cabeza y allí está, un enorme sombrero de copa _ «Sombrerero», un buen nombre para una nueva vida.

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