Cuando encontré ese lugar.

Cuando encontré ese lugar.

Naiara Tavira

12/06/2019

Una vez me dijeron que debía ser yo, hablar por mí, hacer lo que realmente deseaba. Y cuando llegué a casa sin saber bien porqué, cerré los ojos y me veía ahí, en ese viaje que nunca he hecho. Un sitio donde la paz y la calma recorría todo mi cuerpo. Un sitio diferente a lo que estoy acostumbrada a ver, el ruido de esa cascada, las flores de alrededor, el cantar de los pájaros…

Fue cuando me dije que debía encontrarlo. Así sin más cogí mi maleta y empecé a viajar de un lado a otro buscando sitios de esas características.Estuve en muchos de muy bonitos, pero fue cuando conocí a Erik que me dijo dónde podría encontrarlo.Sinceramente no esperaba que pudiera tenerlo tan cerca de mi ciudad. No hacía falta hacer un largo viaje.Él me había puesto una condición: decírmelo a cambio de su compañía. No fue mayor problema porque la verdad estaba resultando ser muy agradable a parte de respetuoso, interesante e inteligente.

Así que cuando apartó esas ramas llenas de hojas de los árboles, vi la sorpresa. Un lugar único, el sol irradiaba rayos deslumbrantes. El agua era casi cristalina, el susurro de la fauna se apreciaba aunque era eso, un susurro, lo que más se escuchaba era el agua en movimiento.Era espectacular esa cascada, no era la más grande que había visto, pero esa era especial.

En ese momento nos sentamos en una roca y me cogió de la mano. Sentí que mi corazón se aceleraba. Mientras me contaba cómo había descubierto ese sitio.

Después sin venir a cuento me hizo una pregunta:

-¿Qué harías si el mundo se parase?

A lo que yo le contesté:

-Seguramente vendría a aquí.

Y él me dijo:

-Ven la semana que viene, tú sola.

No entendí porqué me dijo eso. Pero la cuestión es que le hice caso. Y me presenté de nuevo a aquel lago, esta vez ya sin él.

Me paré a mirar mi alrededor y todo cambió aún siendo lo mismo, ya no veía tan perfecta esa cascada, el ruido de los animalitos era muy común al de los otros lugares, el agua… ni se acercaba a ser cristalina.

Faltaba algo, algo que descubrí días más tarde. Cuando volví a ver a Erik.

Él me preguntó qué tal había sido mi experiencia. Entonces le fui muy sincera. Tal y como me gustaba que lo fuesen los demás conmigo.

Así que ante mi respuesta me miró y me besó. Yo sólo me dejé llevar, realmente deseaba que pasase eso. Pero no entendí porqué en ese momento y siendo tan curiosa como soy le pregunté.

Él respondió lo siguiente:

-Quería comprobar que realmente fuese el paisaje ¿Sabes lo que lo hace ser o no ser tan maravilloso?

Negué moviendo la cabeza y finalmente dijo:

-Las personas que te acompañan.

Fin.

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