Ese día la ansiedad no me deja dormir, contaba los minutos que faltaban para emprender este maravilloso viaje, el cual había preparado por más de dos meses.

Siempre he sido una chica bastante sedentaria nunca hice deporte, mi bicicleta está nueva, casi no la usaba. Un dia vi un video en youtube de personas que recorren el mundo en bicicleta empecé a documentarme de ello, busqué personas que lo practican y por suerte encontré a unos chicos que iba de Cali a Santa Marta y pasaban por Bogotá, por mi Ciudad. Me contacté con ellos y decidí unirme. Comencé a entrenar, salía de mi casa a las 5 am de lunes a viernes y cada día me exigía un poco más, hasta que llegue a los 60 kilómetros por día.

Mis padres estaban muy intrigados por mi comportamiento y aunque me preguntaron en varias ocasiones, nunca me atreví a decirles la verdad, ellos, eran demasiado conservadores y tenía la certeza que no me iban a entender. Así fueron transcurriendo los días.

Por fin llego el día en que me reuniría con los chicos. Salí a hurtadillas de mi habitación bajé las escaleras y les dejé a mis padres una nota nota en la mesa del comedor, donde les contaba la hazaña que emprendería aquella mañana. Con mucho cuidado sin que mis padres se despertaran entre al garaje tomé mi bicicleta y salí de mi casa.

Apenas di y el primer pedalazo, una sensación de libertad recorre todo mi cuerpo, era más la emoción que el miedo. Los Chicos que quedaron de recoger en el gimnasio Lomas del Valle el cual queda cerca de mi casa, a unos 10 minutos en bicicleta. Era tanta la adrenalina que perdi la nocion del tiempo y podríamos decir que no me hubiese tomado más que unos cuantos segundos llegar de mi casa al lugar del encuentro. Efectivamente allí estaban esperándome. Nos presentamos charlamos un rato y empezamos nuestra aventura todos ellos tenían experiencia, habían recorrido ya gran parte de Sudamérica con sus bicicletas y ésta era su ruta final. Todos ellos con fuertes piernas y yo, la única novata.

Mis acompañantes eran: Valentina una nadadora consagrada, Sofía había dejado de estudiar derecho en Perú para venir a vivir esta aventura, Fernando el cantante el dueño de la guitarra que nos acompañaría en esta travesía, Manuel el tatuador y el del sonido, Sergio el chef y finalmente Andrés el médico, hermano de Fernando y el chico de los hermosos ojos azules que no podía dejar de ver.

Pasamos por la avenida Boyacá hasta llegar a la calle 80 a la cual nos llevaría a las afueras de la ciudad. Tras de pedalear por más de 6 horas llegamos al Salto del vino. Cheque mi celular y tenía 4 llamadas perdidas de mis padres; recuerdo que sólo tomé mi móvil y les dejé un mensaje de texto en donde les decía: “ Todo va a estar bien no se preocupe, nos vemos en 15 días” allí tras una fuerte lluvia decidimos quedarnos, armar las tiendas, comer y recargar energías para la Etapa dos.

Ya eran un poco más de las tres de la tarde y todos teníamos mucha hambre así que las chicas junto con Sergio comenzamos a preparar la comida mientras los chicos armaron las tiendas. Al llegar la noche hicimos una fogata, y entre canciones y risas llegó la hora de dormir.

Segunda Etapa: Guadas a la paz 166 kilómetros. Salimos a las 4:00 am, por fortuna no tuvimos ningún percance por el camino y llegamos a las 6:30 pm este dia nos quedamos en un hostal gratis que Fernando había contactado por la página de couchsurfing donde podíamos pasar la noche y nos daban comida.

Tercera Etapa: La paz-Lizama 130 Kilómetros. Salimos a las 4:00 am, este día se pinchó Sofía y tuvimos que esperar una hora para reparar su bicicleta por fortuna los chicos eran todos unos expertos, retomamos el viaje, almorzamos por el camino en un restaurante de carretera y tras un fuerte sol llegamos a Lizama a las 5 :30 pm a levantar el campamento cerca a un río, asearnos y preparar la comida. Mis piernas ya no daba mas estaba completamente exhausta. Andrés me hizo un masaje y me dio un relajante muscular y nos fuimos a Dormir.

Cuarta Etapa: Lizama-San Pedro 160 Kilómetros. Eran las 3:30 am desperté con un fuerte Dolor de cabeza y Fiebre, sabía que este dia no tenia el fisico para emprender esta nueva etapa hable con los muchachos y ellos decidieron que lo mejor era que me quedara con Andrés y luego viajaremos en Auto y los alcanzará en Amarillo a lo cual accedí. Ese dia llame a mis padres y para mi sorpresa ellos fueron los más compresivos y dulces, tanto así que me consignaron algo de dinero para los gastos del viaje. Tomamos un bus A las 4:00 pm y llegamos a las 7:00 pm al Amarillo a encontrarnos con los demás.

Quinta Etapa: Amarillo-Curumaní 181 Kilómetros. Salimos a las 4:30 am todo transcurrió sin ningún percance, llegamos a Curumaní a las 7:00 pm y de nuevo a acampar, comer, dormir y recargar energías para la siguiente etapa.

Sexta Etapa:Curumaní-Copey 121 Kilómetros iniciamos el recorrido a las 5:00 am y Llegamos a las 4:00 pm ese dia tuvimos tiempo para tomarnos unas frías y decidimos quedarnos en un hotel y gastarnos el dinero que mis padres me habían depositado.

Séptima Etapa: Copey-Santa Marta 140 Kilómetros. Salimos a las 4:00 am finalmente llegamos a nuestro destino final, después de 9 días y algunos contratiempos. Esta ha sido la mejor experiencia de toda mi vida y no podía creer que mis padres me estaban esperando a la entrada con un cartel que decía que me amaban y que estaban muy orgullosos de mi.

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