tarde de otoño
una ráfaga vino a tropezar con las hojas y las levantó del suelo casi un dos metros, en un torbellino de tierra , cuando se estrellaron conmigo, en un golpe rasposo y seco , la tierra suelta se metió en mis ojos y escarchó mis labios, yo volteé el rostro intentando esquivarlas , pero era ya tarde, bombardeada de...