Ancianidad
De lejos, engaña. Avanza. Camina discreta, secreta. Se sienta en la orilla se para. Y viene su cuerpo cansado cansada la cara cara con arrugas arruga y mirada. No mira. Observa. De cerca , sorprende. De cerca, muy cerca te calma.
1184participaciones
Admisión de originales: del 7 de diciembre de 2022 al 23 de marzo de 2023 (la fecha de entrega se ha ampliado)
Periodo de votaciones: del 24 de marzo al 23 de abril de 2023
Fallo del Jurado: el 19 de mayo de 2023
De lejos, engaña. Avanza. Camina discreta, secreta. Se sienta en la orilla se para. Y viene su cuerpo cansado cansada la cara cara con arrugas arruga y mirada. No mira. Observa. De cerca , sorprende. De cerca, muy cerca te calma.
Trató de conservar el equilibrio como un gorrión parado sobre un alambre. En la duda no hay piso firme. La vibración sutil que sacude al cuerpo ante la constante elección. Quedarse a pesar del esfuerzo o volar a pesar de la pérdida.
Tengo mucho tiempo por delante. Debo bajar once pisos de un edificio cualquiera en un ascensor hermético. No es de los de entonces. No veo pasar el cemento y pierdo mi conexión hacia el entorno. Arriba estaba el bar y abajo, las cocheras. Pero no lo sé. ¿Será así? Pienso en el cielo y el...
Y entonces grité de dolor, al ver como tu corazón rompía el mío, en ese idioma que solo tu y yo conocíamos.
«Graba este momento a fuego en tu corazón» dice aquella niña que fuí, y que aún lucha contra el dolor de ese amor adolescente.
Labios rojos, pequitas carismáticas y ojos verdes, tiene el pelo mojado de bailar bajo la lluvia, y el corazón sin tinta que dejaste desagrandose, y que yo no me atrevo a recomponer, porque aún te pertenecen esas lagrimas.
Y si… y si todo fué un sueño, donde jugábamos a ser mayores, con corazones que se nos quedaban grandes. Y si fue un hasta siempre y no un hasta nunca. Y si la vida nos vuelve a juntar y me recuerda quien fuí contigo.
Un ángel atormentado se balancea. Llora a lágrima suelta, a punto de caer. ¿Dónde están las expresiones del alma? Ha llegado el conocimiento del tiempo futuro. El tiempo de la rebelión.
Hace algún tiempo que vengo jugando un juego de guerra en internet, de esos en los que hay que unirse a una alianza y tener un castillo que se debe defender de los ataques de otros jugadores. A diario atacamos a otros, intentamos ganar en los torneos e interactuamos en el chat de la alianza...
El agua toca mis pies, el sol brilla intenso, la brisa marina acompaña mi andar, el ruido incesante de las olas me sumerge en mis pensamientos, vivo.
Estelas fantasmagóricas emergen de mi taza de té mientras pensativa sigo sus derroteros, ¿adónde irán cuando el frio apague sus ímpetus? Ajenas a mis pensamientos las transparencias siguen emergiendo sin cesar, hasta que el primer sorbo las dispersa y arremolinadas desaparecen.
¿Cuándo comencé a ser consciente de despertar a un nuevo día? Abrir los ojos, girarme torpemente para alcanzar el suelo y enfundarme en mis pantuflas, ¿ cuándo dejó de ser un acto cotidianamente impensado? ¿Habrá sido cuando ese giro era doloroso…en ocasiones crujiente…cuando para ponerme en vertical ya no era en automático sino que debía...