PRECOCIDAD
Infraleve: Cuando el poeta quiso escribir ya las palabras estaban ahí.
club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
1184participaciones
Infraconcurso de escritura Admisión de originales: del 7 de diciembre de 2022 al 23 de marzo de 2023 (la fecha de entrega se ha ampliado)
Periodo de votaciones: del 24 de marzo al 23 de abril de 2023
Fallo del Jurado: el 19 de mayo de 2023
Infraleve: Cuando el poeta quiso escribir ya las palabras estaban ahí.
«la gente que pega carteles en las calles sabe que muchos caminamos mirando al piso»
El primer chapuzón en la piscina, de niño, el agua fría, ese salto que tanto nos resistimos a dar, ¿no es acaso la metáfora perfecta a cerca de la felicidad? ¿No exige la felicidad siempre de un mal trago, de un atreverse, y en cierta medida de pasarlo mal?
El vello de mi brazo se eriza con el correr de la brisa al abrir la ventana.
(infraleve) … ese respirar, sentirse bien, sentirse vivo…
El suelo de un bar de viejos (pseudoinfraordinario) Hay huesos de aceitunas y serrín húmedo, los huesos de aceitunas están mordisqueados sin demasiado acierto y el serrín, muy pegajoso, se adhiere a los zapatos. Hay también cabezas de gambas, muchas y aplastadas. ¿Conservarán estas cabezas dentro de sí el último pensamiento de la gamba?,...
Proceso silencioso y cauto que advierto cuando me nadan los pantalones.
Me extendió la mano y dijo «me voy». El tono de su voz y el temblor de su mano, me reveló que esperaba que le pidiera «quédese». Yo guardé silencio, la negra culpa que se revolvía en mi pecho, me impidió pedírselo. Solo me dejé envolver por su mirada de amor. Su mano se durmió en...
Infraleve: Qué placer el olor de un libro nuevo al deslizar los dedos entre sus páginas.
Mientras las mil ciudades de la ciudad despiertan -rojas, blancas, grises o nulas- desde el verde de mis pasos y tras una montaña de nubes lechosas, la luz civiliza un desbarajuste de azules inhabitable.
WhatsApp: Mamá, he llegado bien. La mamá depositó las flores; después de besarlas, marchó atesorando el último whatsApp que tenía de ella.
Me gusta abrir una sandia y oler el perfume de mi infancia, recordando los más tiernos momentos llenos de felices veranos junto a papá, mamá y mi tribu de hermanos. Los recuerdos están muy caros en estos tiempos que corren, nunca costaron tanto, tres kilos de cáscara y medio kilo de felicidad en esas maravillosas piscina de Madrid, «La...