El ruido del ventilador en el salón de clases. Una vuelta, dos, tres, cuatro… Mesas circulares. Una brisa fresca de primavera que viene de la ventana. La maestra le pregunta a los niños: ¿Qué creéis que es lo más importante que hay que aprender?
Se levantan varias manos. Comienzan a hablar. El pequeño mira a su amiga con la mirada de siempre. Escribe un te quiero, pero luego lo borra con su goma.
Las respuestas de siempre. Ahora le toca hablar a él:
— «Aprender a… aprender a…» — y el pequeño contesta justo lo que la maestra quería oír.
El pequeño mira a la niña con los ojos de siempre. Se vuelve hacia ella y le pasa su cuaderno en el que hay algo nuevo escrito: aprender a quererte.
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