Su frente apuntaba al suelo, cabisbajo y algo meditabundo, la calle llena de ruidos, voces, pitos y aullidos, pero el, solo miraba al piso.
Desde lejos una mujer se fijaba en aquel extraño, la tenia intrigada, caminaba con la frente pegada al piso, un hombre mayor de 50 años, con su cabello blanco, de traje oscuro y un pequeño bolso, pero algo lo hacia ver distinto.
De repente se detiene y levanta su mirada, observa y se encuentra con los ojos de aquella mujer, pero no matiene la mirada, sigue su camino, con la frente pegada al piso.
Ella que ya no soporta mas la intriga, lo sigue, lo persigue, quiere hablarle, acelera sus pasos para darle alcance.
En un breve segundo sin pensarlo, lo saluda, hola buenas tardes, el levanta su cabeza sostiene la mirada, que tal bella dama, puedo servile en algo, lo he venido observando varias calles y deseo preguntarle algo, que sera?, aquello que la tiene tan intrigada, porque usted no levanta su mirada y camina con su frente apuntando al piso?.
Son ellos, quienes? mis zapatos, la mujer los observa detenidamente, son viejos destartalados desgastados por el uso, que tienen?, que hoy me despido de ellos, es su ultima caminata me han llevado a muchos partes. Se ha preguntado bella dama a donde van los zapatos cuando ya no son usados, a la basura supongo, si, no le parece un triste final para tan nobles servidores, y porque no los conserva si tanto los quiere, porque de que sirven un par de zapatos si no son para su uso, que haria con ellos, comtemplarlos todos los dias, no tiene sentido, por eso bella dama hoy quiero mirarlos fijamente.
Y aquel hombre sigue su camino con la fente apuntando al piso.
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