Infraordinario  

El sol, sus rayos y su tibieza al iniciar el delicado alba. 

La tibieza del sol entrando por la ventana mientras en ella refleja leves vestigios de polvo y olvido.

Los primeros rayos de luz que nos besan la cara, a algunos los separa de un mágico sueño, a otros los salva de fúnebres pesadillas y para otros pocos, un compañero que rompe largas noches de insomnio y pesares. Pequeños rayos de sol que dan una tibia y calurosa bienvenida a los viajeros nocturnos, a los furtivos amantes que escapan de madrugada, a los hombros cansados de largos turnos nocturnos. 

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS